Cook fue arrestado a fines de julio, por los cargos de homicidio en segundo grado y no ejercer la debida diligencia. (Imagen de referencia)
Luciano Riquelme, El Mercurio
SANTIAGO.- Eran las dos de la tarde, plena primavera boreal en Columbus (Georgia, EE.UU.), un cielo claro, un camino plano, y un niño de solo 1 año 10 meses con una polera roja, fácilmente visible, que terminaba muriendo en un hospital tras ser atropellado accidentalmente por su padre. La policía no lo podía entender.
Los medios de Columbus dieron a conocer la semana pasada la historia de
Trenton Cook, un hombre de 24 años que conoció en carne propia los graves accidentes que se pueden ocasionar por prestar atención al celular mientras se conduce.
Según explicó el oficial policial Chad Daugherty ante el juez que vio el caso, Cook manejaba su Ford Explorer el pasado 8 de mayo, cuando llegó a eso de las 2 de la tarde a su casa.
Allí vio que los hijos de su pareja jugaban en la entrada, en el camino del estacionamiento, y según relató el conductor, esperó a que estos ingresaran a la casa para ingresar con su vehículo.
Fue entonces que Cook sintió el ruido de un golpe, mientras su auto parecía pasar sobre un bache. Extrañado, puso marcha atrás y al retroceder, pasó lo mismo, informó The Columbus Ledger-Enquirer.
Al salir del vehículo pudo ver que había atropellado dos veces a Zakai Cook, de solo 22 meses.
El hombre tomó al niño en brazos e ingresó con él a la casa, donde su pareja llamó al 911. Lamentablemente, el menor falleció en el hospital por heridas en su cabeza.
El mensaje lo delató
Daugherty explicó ante el juez que llevaba el caso de Cook, que la policía estaba realmente desconcertada, sin encontrar explicación a cómo el hombre no fue capaz de ver al niño entes de avanzar con su auto.
Entonces, consultaron los datos de su celular, a través del operador telefónico, y notaron que
Cook había enviado un mensaje de texto a las 2.04 pm, mientras que la llamada al 911 se había realizado a las 2.05 pm. Así fue que la policía concluyó que Cook estaba usando su celular mientras ocurrió el episodio.
Cook fue arrestado a fines de julio, acusado de homicidio en segundo grado y no ejercer la debida diligencia, y pese a que la policía aseguraba que el hombre "debería haber estado un poco más atento", dijo no haber encontrado pruebas de intención en el hecho: "Estaba preocupado por el niño", indicaron.
El juez a cargo estuvo de acuerdo con que la muerte del niño había sido un accidente y fijó una fianza de US$2.800 ($1.802.724), al tiempo que le decía al acusado: "Mis condolencias por la pérdida de su hijo".