"La explotación animal no tiene cabida en una fiesta infantil", dijeron desde PETA.
Captura Mirror Online
SANTIAGO.- "Imagínese estar atado entre risas chillonas, toques impredecibles y que unos extraños manchen su cabello con pintura. ¿Le gustaría estar en ese lugar?", pregunta Sophie Tomlinson (de Manchester) en una petición para reunir firmas y prohibir lo que considera una "preocupante tendencia" en los cumpleaños infantiles del Reino Unido, las "pony painting parties".
Estas consisten en darles la posibilidad a los niños de interactuar con caballos y ponis, pintando su cuerpo con "chalk paint" (pintura a la tiza). Manos marcadas, nombres con letras infantiles, corazones y estrellas suelen ser los motivos más repetidos en estas actividades que han provocado la indignación de animalistas.
Para Tomlinson, estas fiestas "esencialmente
enseñan a los niños que está bien pintar con animales, dibujar su nombre en los caballos,
solo por entretenimiento. Creemos que es un
mensaje irresponsable", dijo a The Guardian, consultada acerca de su petición que ha acumulado en una semana más de 74 mil firmas.
Por su parte, desde la organización People for the Ethical Treatment of Animals (PETA), recuerdan que los caballos y ponis "no son un accesorios para fiesta".
"Son animales inteligentes y complejos que deberían ser apreciados por su belleza natural. También son sensibles y se asustan fácilmente. Incluso existe el peligro de que un niño reciba la patada de un poni, estresado por verse forzado a estar en un ambiente con música alta y niños sobreestimulados", agregaron en su sitio web. "La explotación animal no tiene cabida en una fiesta infantil, por lo que pedimos a los padres que opten por actividades sin crueldad, como pintar con los dedos o pintarse la cara".
Los caballos "disfrutan enormemente" de la interacción con humanos
Quienes ofrecen estos servicios en fiestas infantiles se defienden, asegurando que el animal no sufre daño y que la pintura utilizada no es permanente.
"Estoy monitoreando constantemente el comportamiento del poni para asegurarme de que no esté angustiado. Solo dos niños están a su alrededor a la vez", dijo un empresario no identificado a la prensa británica, donde también indicó que los menores están solo 5 minutos junto al animal.
Por otro lado, Tony Tyler, subdirector ejecutivo de World Horse Welfare (organización benéfica para la protección de caballos en el Reino Unido), dijo: "Si bien pintar un animal no es del gusto de todos, no creemos que haya un problema de bienestar (del animal), siempre que los ponis involucrados no muestren signos de angustia y la pintura utilizada no sea tóxica".
Tyler agregó que los caballos "disfrutan enormemente" de la interacción con las personas.
En julio, esta misma tendencia sacó ronchas entre los animalistas brasileños, luego de que una colonia de vacaciones de invierno de la Sociedad Hípica de Brasilia organizara una actividad para pintar de colores a un caballo.
"Dijeron que era una actividad pedagógica, que era un caballo rescatado, pero eso no es justificación. La crueldad es la misma", alegó entonces Ana Paula Vasconcelos, activista por los derechos de los animales.
(Captura London Evening Standard)