SANTIAGO.- Un año de seguimiento mediante conversaciones y encuentros con distintos docentes universitarios de estudiantes de pedagogía inspiró el libro "Estudio sobre la docencia universitaria", escrito por la directora de la Escuela de Educación de la U. Andrés Bello, Carmen Gloria Garrido.
Para la autora del libro publicado el pasado 14 de agosto, el estudio ahonda en "cómo piensa los profesores que están formando a otro" y explica que existen tipos de pedagogías.
"Hay una de ‘bonsai’, que es la que regula y norma todo para que estén todos trabajando armónicamente pero todavía son chiquititos y no hay una voz del estudiante", mientras que también existe aquella que se centra en "la potencialización, que es la que yo quiero, y la que recupera la historia de los estudiantes, recupera las emociones, recupera las equivocaciones, en el fondo recupera la pedagogía en su esencia misma", señaló.
En entrevista con EmolTV, Garrido afirmó que se debe potenciar a los estudiantes bajo "la base del diálogo" y mediante "todo lo que tiene que ver con generar quiebres en la sala de clases que consideren la emoción e historia de los sujetos".
Algunos de los ejemplos prácticos para innovar en el aula tienen relación, dijo la académica, con distribuir y generar escenografías variadas, incorporar objetos que hagan pensar de una manera diferente, cambiar los asientos para que "te obligue a plantearte una pedagogía diferente".
Proceso de aprendizaje mutuo
Asimismo, Garrido destacó que se debe entender la pedagogía como un espacio en donde "somos dos que aprendemos, tanto el estudiante como el profesor".
De hecho, según el estudio, para el profesor la imagen del "estudiante ideal" cambió y hoy se debe entender a cada alumno desde tu particularidad y desde su propio aporte a la sala de clases.
Asimismo, para los estudiantes "cuando a los estudiantes uno les pregunta qué profesor quieren, cuál es su profesor ideal, es ese ‘profesor seco’, que sabe pero que a la vez es cercano, ayuda a comprender y no atemoriz", sostuvo.
Carmen Gloria Garrido enfatizó en la importancia de "recuperar la emocionalidad en la clase porque los afectos importan. Importa también el trabajo con la cultura, salir de la sala de clases que no tiene que ser solo un espacio de cuatro paredes y también enseñar a disfrutar".