La noche del sábado 18 de agosto, Longstaff cayó del Norweigan Star.
Reuters
SANTIAGO.- Dijo que cantó toda la noche para no morir de frío. La medianoche del sábado 18 de agosto, Kay Longstaff debió pasar 10 horas manteniéndose a flote en el mar Adriático, tras haber caído del crucero en el que viajaba, según dijo, de forma accidental.
Sin embargo, testigos aseguran que esta británica de 46 años realmente saltó de la embarcación, y dieron a conocer las circunstancias que habrían precedido al temerario hecho.
Mientras la mujer ha dicho a los investigadores del caso que ella cayó desde el crucero Norweigan Star, testigos comentaron a la prensa británica que ella misma se lanzó,
luego de haber tenido una pelea con su novio, en evidente estado de ebriedad. "Ella no se cayó, ella saltó", dijo uno de los pasajeros.
Según otros pasajeros, Longstaff y su novio, Craig Rayment (43), habían estado discutiendo y bebiendo durante todo el día, antes de la caída.
Dicha teoría fue confirmada por un trabajador del crucero, Daniel Punch, indican medios como Daily Mail.
Las cámaras de seguridad de la embarcación mostraron que la mujer estaba sola antes de caer al agua y se descartó que haya sido empujada.
Y mientras el padre de la británica defiende la versión de su hija en los medios, hasta la ex esposa de Rayment ha querido opinar al respecto en la prensa, y parece apoyar la teoría de que Longstaff saltó. "Si yo estuviera en un barco con él (Rayment), me bajaría de cualquier forma", señaló Kelly, de 38 años, a The Mirror.
"Craig no es una persona muy agradable después de haber estado bebiendo", dijo la mujer, que estuvo casada con el novio de Longstaff cerca de un año. "Que él vaya a un crucero es una receta para el desastre. Me imagino lo que ella tuvo que pasar", indicó.
