Los japoneses están entre los países que tienen la expectativa de vida más larga del mundo.
Reuters
TAKAMATSU, JAPÓN.- Japón es conocido por su abundancia de personas centenarias y ahora puede adjudicarse el tener a la pareja casada más veterana del mundo con la suma de sus edades (208 años), una hazaña que la mujer atribuye al optimismo y a su paciencia durante sus 80 años de matrimonio.
Masao Matsumoto, de 108 años, y su mujer de 100, Miyako, han sido confirmados como los esposos vivos más antiguos del mundo por edad combinada por el récord Guinness, ya que están casados desde octubre de 1937.
"Estoy tan contenta.
Es gracias a mi paciencia, realmente", dijo Miyako riéndose mientras posaba con Masao y otros miembros de la familia frente a un certificado enmarcado. "Estoy tan agradecida que me hace llorar", dijo.
La pareja nunca pudo celebrar su matrimonio al casarse, debido a que Masao fue enviado como soldado a la guerra en Manchuria, invadida por Japón entre 1931 y 1945. Luego, tras un breve periodo con su esposa, el hombre debió luchar en otro conflicto bélico, en Singapur, donde logró también sobrevivir.
Estos inconvenientes no impidieron que la pareja formara una numerosa familia, la que continúa creciendo ya que
su bisnieto número 25 nació en agosto pasado.
Hasta hace dos años, la pareja solo se separaba cuando Miyako –con 98 años entonces- iba a preparar la comida, pero la anciana sufrió una caída que la dejó en silla de ruedas, igual que Masao, así que ahora pasan más tiempo juntos.
Actualmente viven en un asilo de Takamatsu, en la isla de Shikoku, al sur de Japón, desde donde Miyako comenta que uno de los secretos para durar tanto tiempo con alguien es tener la esperanza de que "las cosas siempre pueden mejorar".
Los japoneses están entre los países que tienen la expectativa de vida más larga del mundo. Datos del Ministerio de Salud de Japón muestran que están en el segundo lugar del ranking con cerca de 84 años, justo debajo de Hong Kong.
El récord para el matrimonio más duradero por edad combinada aún pertenece a los noruegos Karl y Gurdren Dolven, que alcanzaron a tener una suma de edades de 210 años, un mes y 34 días, antes de que Gurdrum muriera en 2014, según el libro Guinness de los récords mundiales.
