SANTIAGO.-
Brody Allen cumplió su sueño de ver la Navidad. El niño de sólo dos años padece de un terminal cáncer cerebral y los doctores le diagnosticaron un par de meses de vida.
Es por eso que los
vecinos de Ohio, en Estados Unidos, se reunieron y decidieron adornar su calles y casas, para que el menor pudiera sentir que estaba en medio de las celebraciones.Su alegría era máxima. "Se despertó un día y ahí estaba el árbol de Navidad. No sabe que en realidad esa festividad aún no llega. Solo la disfruta", contó McKenzie Allen, de 21 años, hermana de Brody.
Pero una noche algunos vecinos se percataron de que
muchos adornos estaban destruidos. Por eso se organizaron, hicieron guardia, hasta que
la policía descubrió que dos menores, de 16 y 17 años, eran los culpables.Los arrestaron y acusaron de dañar "criminalmente" una imagen de un Viejo Pascuero y de otros objetos más. Se les interpusieron cargos menores. Ellos mismos admitieron ser los culpables y ahora serían liberados bajo custodia de sus padres.
"Estaba realmente triste. Llamó a Santa 'ho ho' y dijo: '¡Oh, no, ho ho se rompió!'", lamentó la hermana de Brody.Una vecina fue testigo del actuar de los niños. Cuenta que vio cómo "destriparon el estómago de una figura y luego lo cortaron de lado, arriba y abajo. Me partió el corazón".
Tras esto, los mismos residentes decidieron arreglar todo, para que Brody no siguiera sufriendo ni viendo los destrozos.
La salud del menor se ha deteriorado tanto que ya no tiene la energía de un niño de su edad y tampoco puede usar la pierna ni brazo de la izquierda. Le gusta estar al aire libre, así que suele sentarse en una carretilla para niños, con una manta, mientras sus hermanos lo llevan por el vecindario de Colerain Township, un suburbio de Cincinnati.
