SANTIAGO.-
Samantha Markle, la media hermana de Meghan, duquesa de Sussex, no se rinde en su afán por demostrar que
la esposa del príncipe Harry es la responsable de todos los problemas que tiene su familia y, sobre todo, de los
malos ratos que ha pasado su padre, Thomas.
Por esta razón, el sábado
Samantha se acercó hasta el palacio de Kensington, donde Meghan y Harry viven desde que se casaron en mayo pasado, con la intención de ser recibida por ellos o, al menos, poder dejarles una carta.
En una fotografía publicada por la prensa británica, se la puede ver en su silla de ruedas -tiene esclerosis múltiple-, siendo empujada por su pareja, quien le habla a uno de los guardias de la residencia real, mientras le
extiende un sobre.
En otra imagen, la pareja
se retira de Kensington aún con la carta en su poder, lo que da a entender que
la misiva no fue recibida por los guardias del palacio.
Previamente,
Samantha había sido captada comprando máscaras de Meghan y Harry en un puesto de souvenirs cercano a la residencia de su media hermana.
Crédito: Daily Mail / Captura.
Samantha es la hija mayor de Thomas Markle con su ex esposa Roslyn y sus
ataques contra Meghan comenzaron inmediatamente
después de que se hizo público su romance con Harry. De hecho, entonces anunció que publicaría un libro donde revelaría los detalles íntimos de la hoy duquesa de Sussex.
La estadounidense
ha acusado de Meghan de ser una mujer trepadora, y la culpa de los problemas de salud que sufrió su padre previo al matrimonio real y que finalmente le impidieron llevar a su hija al altar.
Tras la boda,
Thomas Markle ha hablado con varios medios británicos para revelar algunos pormenores de su relación con Meghan y Harry. En la última afirmó que incluso le colgó el teléfono a su yerno, antes de la boda con su hija.