Baschiera confiaba en que los clientes beneficiados devolverían el dinero.
Reuters
SANTIAGO.- En la prensa europea lo presentan como un "Robin Hood moderno". Gilberto Baschiera (50), ex director de una sucursal de un banco italiano, asegura que robó dinero de las cuentas de sus clientes más ricos para transferirlo a las de los más necesitados.
Todo comenzó en el año 2009, cuando Baschiera trabajaba en un banco ubicado en Forni di Sopra, una pequeña localidad al norte de Italia, con poco más de mil habitantes.
Ese año y en plena crisis económica mundial, un cliente llegó a su oficina para pedir un crédito bancario que necesitaba. Tras ver su estado de situación financiera, Baschiera notó que no calificaba para el producto.
Según informó The Guardian, el ex gerente "sintió pena" por el cliente, y
decidió tomar dinero de la cuenta de uno más adinerado y transferirlo a la del hombre, para que este cumpliera con los requisitos exigidos para el crédito.
El rumor de que era posible conseguir un préstamo con Baschiera se difundió por Forni di Sopra, y otras personas fueron a pedir su ayuda. Así pasaron siete años en los que el italiano hizo desaparecer en total, un millón de euros
(cerca de $790 millones) de distintas cuentas. Tanto él como su abogado aseguran que ni un solo peso fue a parar a los bolsillos de Baschiera.
Fue una rebelión contra "el sistema que abandona a los jubilados con el mínimo y a los jóvenes sin recursos", aseguran en Corriere della Sera. Mientras que su abogado, Roberto Mete, lo ha descrito como "una especie de sistema de financiamiento alternativo".
Lo que quiera que haya sido, Baschiera dice que confiaba en que los clientes beneficiados devolverían el dinero, pero cuando algunos comenzaron a fallar se destapó el ilícito.
El hombre fue acusado de fraude y malversación de fondos tras ser despedido, y fue sentenciado a dos años de prisión la semana pasada. Pero medios europeos indican que al no ser reincidente y tener una condena relativamente corta, no tendrá que ir a la cárcel.
Baschiera se encuentra actualmente sin trabajo ni casa, ya que fue confiscada. Con este resultado, su abogado dice que su defendido no lo haría de nuevo.
"Vive en una ciudad pequeña, donde todos se conocen (…) Lo hizo para ayudar a los clientes en dificultades o que no podían acceder al crédito bancario", dijo Mete.
Por su parte, Baschiera agregó: "Siempre he pensado que, además de proteger a los que ahorran, nuestra tarea era ayudar a los necesitados".