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Increíble transformación: Keniana descubrió a un amigo consumido por las drogas y le dio una nueva oportunidad en la vida

Wanja Mwaura y Patrick "Hinga" Wanjiru fueron amigos en la infancia y dejaron de verse hasta que ella lo encontró viviendo en la calle.

17 de Octubre de 2018 | 16:32 | Redactado por Ángela Tapia F., Emol
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Wanja Mwaura no reconoció a su amigo cuando lo vio en la calle.

Captura de Facebook
SANTIAGO.- "Le debo mi vida", esas son las sinceras palabras que un hombre dedica a una vieja amiga, que lo ayudó a salir del pozo en el que se encontraba, hundido en las drogas y en la desesperanza.

Se trata de la historia de los kenianos Patrick "Hinga" Wanjiru (34) y Wanja Mwaura (33), quienes han acaparado los titulares de los medios de su país, por el ejemplo de superación y solidaridad que representan.

Hace un tiempo, Mwaura iba como de costumbre a comprar alimentos para su casa, cuando alguien la llamó por su nombre en la calle.

La mujer no reconoció a ese hombre esquelético y de mirada perdida que le hablaba, hasta que él mismo se presentó. Entonces, quedó impactada. Hinga, quien fuera su amigo cuando tenían apenas 7 años y que no veía desde hace 15, estaba en situación de calle, comiendo lo que podía rescatar de la basura y vendiendo lo que tuviese con tal de conseguir drogas.

Ella lo invitó a comer e Hinga le contó su historia: después de la muerte de su abuela, su vida se vino cuesta abajo, cayó en las drogas, fue internado en una clínica psiquiátrica de la que escapó varias veces hasta que decidió quedarse en la calle. Desde entonces, las cosas no variaron mucho durante 10 años.

Hinga le dijo que estaba cansado de vivir y que quería cambiar, así que Mwaura decidió ayudarlo.

No era fácil, ya que en Kenia no existen tratamientos gratuitos para drogadictos. Así que la mujer, quien es enfermera, lo inscribió en una clínica de rehabilitación, mientras pidió ayuda en redes sociales para pedir donaciones para pagar los gastos.

La historia logró ser viralizada, lo que permitió que además, abriera un negocio para que su amigo tuviera un trabajo fijo, "La tienda de Hinga".

Por su parte, el hombre aprovechó esta nueva oportunidad que le daba el destino, y se esforzó por salir adelante; ganó peso y recuperó su capacidad de concentración, la que era casi nula cuando se encontró con su amiga.

Mwaura, por su parte, mostró orgullosa los resultados en Facebook, donde se ve claramente la transformación de Hinga. La imagen sosprendió a cientos de personas y dio a parar a los medios, que no tardaron en entrevistar a los protagonistas de esta historia.


"Wanja es un ángel caído del cielo (…) Me ha apoyado más que un hermano o hermana", dijo Hinga a la BBC.

Su amiga comentó: "La gente dice que he cambiado la vida de Hinga, pero él también ha cambiado la mía (…) Ahora me doy cuenta de que una acción pequeña puede cambiar la vida de otra persona".
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