Cuando terminó el colegio, Witzøe recibió casi la mitad de la empresa de su familia.
Captura de Instagram
SANTIAGO.- En tres mil 200 millones de dólares se calcula que es la fortuna que posee de Gustav Magnar Witzøe, un noruego de 25 años que ya el año pasado fue nombrado entre los jóvenes más ricos del mundo, según Forbes.
Ese popular millonario europeo ya está acostumbrado a una cuenta corriente abultada. Bastó que terminara el colegio en 2013 para que su padre, también llamado Gustav Witzøe, le regalara 1.372 millones de euros, equivalente a casi la mitad de la empresa familiar Salmar ASA, una de las productoras de salmón más grandes del mundo, aseguran medios europeos.
(Captura de Instagram)
Y mientras la cifra sigue subiendo con los años, este joven disfruta la vida como lo querría cualquiera de su edad. Claro, si tuviese como él, mucho dinero. Así se aprecia en su cuenta de Instagram, donde no duda en compartir con sus
87 mil seguidores su lujosos días con sus amigos, su Porsche negro, y viajando adonde quiera a bordo de su jet privado.
Además, Witzøe no tiene reparos en decir que por ahora no quiere hacerse cargo de la empresa familiar. Prefiere invertir en startups y ser modelo.
"No se puede exigir que alguien sea el jefe de una organización tan grande", dijo a un medio noruego, consultado por su rechazo a trabajar en la empresa del papá.
"Tiene que ser alguien adecuado para eso. Si hay alternativas, el mejor hombre o la mejor mujer deben tener ese cargo. Hay mucho en juego: valores, empleos, factores cruciales", aseguró.
"Soy un joven normal"
(Captura de Instagram)
Gran esquiador, experto golfista y amante de los puros y los tatuajes, Witzøe se alió este año con un conocido estilista de celebridades, Jan Thomas (51), y con el líder de la agencia noruega Team Models, Alexander Nordheim (31), para lanzar su carrera en el modelaje.
De momento, ha recibido buenas críticas por una sesión fotográfica que hizo para un diario local, es invitado seguro en las principales semanas de la moda del mundo y le saca partido a su look.
Al estar tan expuesto, el noruego ha tenido que enfrentar comentarios sobre su propia orientación sexual, donde no han faltado los que teorizan al respecto. Aprovechando esto, el joven mostró su apoyo a la comunidad LGBT: "Si alguien me llama gay no lo percibo como una degradación. La sexualidad es algo que eres, no que eliges (...) No hay nada de malo en esto", comentó al periódico Dagbladet.
También en la prensa local ha dicho que le gustaría que la gente no lo viera solo como un "niño rico". "Soy un joven normal que quiere mantener los pies en la tierra (...) Tengo una relación bastante normal con el dinero", aseguró.
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