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De cuando Felipe de Edimburgo cuestionó la inteligencia de Isabel II y otras historias: Las notas de un columnista real

Los cuadernos del fallecido Kenneth Rose, clásico autor de temas de la monarquía británica, serán publicados a principios de noviembre.

24 de Octubre de 2018 | 13:32 | Redactado por Ángela Tapia F., Emol
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Algunos extractos del libro "Who's in, who's out: The journals of Kenneth Rose", fueron publicados en la prensa británica.

AP
SANTIAGO.- Durante más de tres décadas, el británico Kenneth Rose escribió libros y columnas sobre la monarquía de su país. Al codearse con políticos y secretarios privados del palacio de Buckingham -y en varias ocasiones con los mismos miembros de la familia real-, tuvo acceso a un sinfín de información que compartía en sus escritos. Eso sí, los datos más enjundiosos los guardó en un cuaderno.

A cuatro años de su muerte, esos textos serán revelados en un libro que engrosaría la lista de chismes reales y ayudaría a imaginar con más profundidad la personalidad de los Windsor.

Algunos extractos de "Who's in, who's out: The journals of Kenneth Rose Volume 1, 1944-1979", que se publicará el 1 de noviembre, fueron revelados en Daily Mail, llamando la atención una que otra historia:

Felipe de Edimburgo, y los temores de que arruinaría la monarquía británica

Conocidas son las salidas de libreto y el humor especial del esposo de Isabel II, Felipe de Edimburgo. En sus anotaciones, Rose menciona cómo distintos personajes que trabajaban en torno a Buckingham hablaban del duque como alguien arrogante. Además, contó detalles de un encuentro en 1961 con el subsecretario adjunto del Ministerio del Interior británico, Sir Austin Strutt, quien se mostró preocupado al respecto, asegurando que el esposo de la reina "destruirá a toda la monarquía".

Para argumentar sus dichos, Strutt le reveló una escena que presenció en el Royal Yacht, la embarcación que utiliza la familia real. En pleno viaje marítimo junto a Felipe, Isabel y un grupo de oficiales, el mal tiempo hizo imprescindible hacer un cambio de itinerario.

Sin embargo, la reina parecía no entender los motivos que obligaban a hacer los cambios y preguntó a los presentes. Tras esto, frente a todos, su esposo le respondió: "¿No tienes la inteligencia para darte cuenta?".

Otra historia del mismo año revela el encuentro que tuvo Felipe con el dueño de una firma de zapatos que fabricaba calzado para la reina.

Una vez que el empresario le contó a Felipe que "tenía el honor" de hacer los zapatos de la monarca, el príncipe contestó: "Es por eso que siempre se queja de sus pies, sin duda". En sus anotaciones, Rose agregó: "El príncipe Felipe simplemente no se da cuenta del daño que causa esta broma".

La reina madre y la "patada en el trasero" a Eduardo VIII


(Reuters)

El columnista tuvo una relación bastante cercana con la reina madre, Isabel Bowes-Lyon, a quien describió como muy conservadora y con un "generoso estilo de vida", que ni el propio Felipe podría detener.

En 1956 escribió que el propio secretario privado de la reina madre, Martin Gilliat, le contó que ella odiaba que le pidieran tomar una decisión y que se desesperaba si la presionaban; que siempre estaba perfectamente preparada para los actos públicos y que por las noches pasaba muchas horas viendo televisión.

En 1964, el biógrafo y escritor James Pope-Hennessy le contó a Rose que la propia Bowes-Lyon fue la que le comunicó al príncipe Carlos la muerte de Jorge VI, abuelo del entonces niño.

El relato, compartido a Pope-Hennessy por la reina madre, contaba que la mujer le dijo a un pequeño Carlos que el rey había sido hallado sin vida por un sirviente que le llevó su té matutino.

Tras escuchar con mucha seriedad las noticias, el príncipe de Gales le preguntó: "¿Y quién se tomó el té?".

El columnista tuvo la oportunidad de compartir en varias ocasiones con los duques de Windsor, Wallis Simpson y Eduardo VIII, otrora rey británico que abdicó en 1936 para poder estar con su pareja.

Rose dice haber conocido la casa en la que habitaban en París, y que esta era un lujar muy lujoso. "Casi todo parece estar fabricado de oro o cristal", detalló.

El día que conoció al duque de Windsor, en 1969, el autor no dudó en mencionarle su abdicación y el rechazo del gobierno británico a concederle a Simpson el título de alteza real. Al respecto, el ex rey le contestó: "Serví bien a mi país durante 17 años, y todo lo que recibí a cambio fue una patada en el trasero".
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