Medios italianos indicaron que varias personas vieron a la joven agonizar, pero nadie trató de ayudarla.
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SANTIAGO.- "Haré todo lo que sea para que los gusanos culpables de este horror paguen hasta el final su infamia", dijo el ministro de Interior italiano Matteo Salvini, respecto a la muerte que ha causado gran conmoción en su país: la de Desiree Mariottini, la joven de 16 años cuyo cuerpo sin vida fue hallado en un edificio abandonado de Roma.
Los detalles del deceso son estremecedores. Mariottini, según las pesquisas,
fue drogada hasta quedar inconsciente y posteriormente fue violada por un grupo de hombres en unos de los edificios abandonados del barrio romano de San Lorenzo, donde murió en la noche del pasado 19 de octubre. El sitio es conocido en la capital italiana como punto de encuentro de narcotraficantes.
Se cree que el calvario de la adolescente duró más de diez horas y que murió asfixiada, luego de que le taparan la boca para que no gritara.
Medios como Corriere Della Sera indican que en el edificio había varias personas que vieron a la joven agonizar, sin embargo nadie pidió ayuda ni trató de salvarla.
(AP)
El homicidio causó gran indignación por la negligencia y degradación existente en zonas de la capital italiana que han sido relegadas a las pandillas y el narcotráfico. Pero también ha atizado el debate sobre el control migratorio, ya que hasta el momento, la policía ha detenido a cuatro sospechosos: dos senegaleses sin documentos legales para residir en Italia; un nigeriano con permiso de residencia en Roma por motivos humanitarios y un gambiano, que según Salvini, es "un inmigrante clandestino".
El ministro del Interior es conocido por su postura antimigratoria, tal como lo ha demostrado con sus declaraciones a lo largo de su carrera política.
Tras la noticia de la muerte de Mariottini, Salvini -líder de la ultraderechista Liga Norte y también vicepresidente del Gobierno- acudió al barrio de San Lorenzo, donde fue recibido con protestas y gritos de "chacal" cuando intentó visitar el inmueble ocupado.
Los manifestantes llevaban pancartas que decían: "Salvini explota las tragedias" o "San Lorenzo no es tu pasarela de campaña".
En los últimos días han continuado desarrollándose protestas en San Lorenzo, para pedir justicia para la joven y exigir que no se instrumentalice políticamente el suceso para arremeter contra los inmigrantes.
Mariottini era de Cisterna de Latina, a unos 50 kilómetros al sur de Roma, y desde agosto acudía al Servicio para las Drogadicciones del sistema sanitario italiano.