La pareja de Texas celebró su matrimonio el 3 de noviembre.
Captura de Facebook
SANTIAGO.- "¡El 3 de noviembre será nuestro día para recordar para siempre!", escribió la estadounidense Bailee Ackerman junto a una foto en la que salía con su entonces futuro marido, Will Byler, ambos de 24 años.
La pareja de
Texas celebró su matrimonio en la fecha acordada, el pasado fin de semana, y
para despedirse de sus invitados contrataron un servicio de helicóptero que los llevaría hasta el aeropuerto de San Antonio (al sur de EE.UU.), donde tomarían un vuelo hasta su destino de luna de miel.
Pero solo habían pasado 10 minutos desde que abandonaron su fiesta de matrimonio, cuando la aeronave en la que viajaban junto al piloto capotó, falleciendo todos los que estaban a bordo.
Cercanos a Ackerman y Byler comentaron que la boda había sido de "cuento de hadas", informó The Washington Post, y que la pareja había estado bailando en la pista junto a los invitados, antes del fatal accidente.
El mismo medio señaló que la policía local recibió el aviso de una aeronave que se había precipitado alrededor de la medianoche del sábado, y que los restos fueron hallados el domingo por la mañana.
Un amigo de los novios señaló que a la pareja le gustaba volar en helicóptero y que de hecho, fue durante un vuelo, que Byler le propuso a matrimonio a Ackerman.
Según la misma fuente, la mujer tenía un alma genuina y "cuando ella estaba cerca de Will, él era feliz (…) Eran muy felices juntos".
Los dos casos de Brasil
En mayo pasado algo similar se vivió en Brasil, pero afortunadamente no hubo fallecidos.
En Vinhedo, municipio brasileño situado en el interior del estado de Sao Paulo, una mujer vestida de novia fue trasladada en helicóptero hasta el lugar en el que se casaría.
La aeronave chocó con una torre ubicada en el sitio del enlace y cayó al suelo. Los ocupantes (el piloto, la novia, un fotógrafo y un niño) lograron salir de la aeronave antes de que esta comenzara a incendiarse.
Todos, a excepción de la mujer, resultaron con heridas leves. Ella, ilesa, caminó hacia el altar y se casó ese día, tal como estaba previsto.
El otro caso es el de diciembre de 2016, también en Brasil, cuando una novia perdió la vida en compañía de su hermano, una fotógrafa y el piloto del helicóptero que la llevaría al lugar donde se casaría.
La aeronave cayó cerca del lugar donde tenía que aterrizar.
