SANTIAGO.- "A medida que las bebidas energéticas se están volviendo más y más populares, es importante estudiar los efectos de estas bebidas en quienes las beben con frecuencia y determinar mejor cuál es el patrón de consumo seguro", dijo John Higgins, uno de los autores de una investigación que quiso evaluar los posibles daños que estas podrían tener en las personas.
Junto a un equipo de investigadores de la McGovern Medical School, de la Universidad de Texas, analizó a 44 estudiantes de medicina, de alrededor de 20 años, calificados como "sanos" y no fumadores. El estudio se hizo antes que tomaran una bebida energética de unos 700 ml, y 90 minutos después de haberlo hecho.
Tras ello, hallaron que el diámetro interno de
los vasos sanguíneos de varios de los sujetos estudiados se había reducido casi a la mitad, posiblemente -indicaron- por los ingredientes que contienen estas bebidas, como
la cafeína, taurina y azúcar, entre otros.
"El problema de las bebidas energéticas es que contienen mucha carga de cafeína, que equivale a dos cafés expreso. Y esto se vincula a ciertos tipos de arritmias", comentó en Chile el cardiólogo de la Clínica Alemana, Ingmar Roessler. "Pero consumidas con moderación no deberían causar grandes problemas", agregó.
Roessler fue enfático en subrayar que es muy importante la cantidad de bebida energética que una persona consuma a la hora de analizar los efectos que puede llegar a provocar. Cualquier exceso es malo, resume. Y advierte que sí puede haber un mayor peligro al consumir este producto si se bebe al realizar una actividad deportiva, ya que puede aumentar las posibilidades de sufrir de algún tipo de complicación cardíaca.
"No es recomendable de ninguna manera consumirlas antes de actividades deportivas. Tienes que tomarlas como una suerte de café cargado para recuperar el estado de vigilia, pero no las puedes tomar en medio de una práctica deportiva. Para eso debe haber una hidratación bien específica", afirmó.