"Heksenkaas", es un queso crema a base de crema fresca y finas hierbas.
Captura Facebook @Heksn
SANTIAGO.- El sabor de queso untable fue tema de debate entre jueces europeos que debieron decidir si este podía estar protegido por los derechos de autor y por ende, si correspondía o no que otros fabricantes lo reprodujeran en sus productos.
Un comerciante holandés de verduras creó en 2007 el "Heksenkaas", un queso crema a base de crema fresca y finas hierbas, cuyos de derechos de propiedad intelectual cedió a continuación a una compañía llamada Levola.
Al considerarlo como una obra protegida por los derechos de autor, Levola decidió llevar ante un tribunal holandés a su competidora Smilde que desde 2014 producía el queso "Witte Wievenkaas" para una cadena de supermercados, muy similar en su sabor y consistencia.
Por su parte,
la justicia holandesa le pidió al Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) que determinara si el sabor se encontraba protegido por las leyes europeas de propiedad intelectual, para así tener un referente y pronunciarse sobre el caso.
"Levola afirma que el sabor del 'Heksenkaas' es una obra protegida por el derecho de autor y que el sabor del 'Witte Wievenkaas' es una reproducción", explicó esta semana el TJUE en un comunicado, en el que dieron a conocer su resolución. Y esta no fue favorable para el demandante.
Según el alto tribunal europeo, el sabor de un alimento no puede considerarse una "obra" y, por tanto, no puede estar protegido por los derechos de autor.
Una "obra", indicaron, debe ser identificable "con suficiente precisión y objetividad" y, en el caso de un alimento, "no es posible".
En el informe se explicó que a diferencia de una película o de un libro, la identificación del sabor de un alimento "se basa esencialmente en sensaciones y experiencias gustativas, que son subjetivas y variables", y que dependen de distintos factores de una persona, como se edad, sus preferencias alimentarias y hasta sus hábitos de consumo.
Por otro lado, según explicaron, el desarrollo científico que existe actualmente no permite identificar con precisión el sabor de un alimento.
Ahora, corresponde a la corte holandesa decidir en concreto sobre la demanda presentada.