SANTIAGO.- A comienzos de noviembre, alrededor de 12 alumnos de un colegio en Carolina del Norte, Estados Unidos, fueron diagnosticados con
varicela, una infección viral que -por lo general- no reviste mayor gravedad, pero que sí es muy contagiosa. De hecho,
a los pocos días el número de niños enfermos aumentó rápidamente a 28, cifra que continuó creciendo hasta 36 el viernes pasado.
El Asheville Waldorf School acoge a menores desde la guardería hasta 6to grado, que provienen de muchas familias que presentan razones religiosas para no vacunar a sus hijos. De hecho,
de los 152 alumnos del establecimiento, 110 no han sido inoculados.
A juicio de las autoridades de salud locales, este
se trata del peor brote de la enfermedad popularmente conocida como peste cristal,
desde que está disponible la vacuna para prevenirla, hace más de 20 años. Por esta razón, consideran al Asheville Waldorf School como un
símbolo del pequeño pero poderoso movimiento antivacunas.
"El colegio cumple con los requisitos de vacunación establecidos por la junta estatal de educación, pero también
reconoce que la decisión de los padres de inmunizar a sus hijos ocurre antes de que ingresen al establecimiento", explicó el Asheville Waldorf School en una declaración, según informó The Washington Post.
"Queremos ser claros:
la vacunación es la mejor protección contra la varicela", sostuvo por su parte Jennifer Mullendore, directora médica del condado de Buncombe, donde está ubicada Asheville.
"Cuando vemos un gran número de niños y adultos no inmunizados, sabemos que una enfermedad como la varicela puede propagarse fácilmente por toda la comunidad", agregó Mullendore.
La
vacuna contra la varicela fue introducida en el programa de inmunización estadounidense en 1995. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), la inoculación
tiene alrededor de un 90% de efectividad.