SANTIAGO.- Desde que el fin de semana se informara que los duques de Sussex,
Meghan y Harry, se trasladarían desde Palacio de Kensington al Frogmore Cottage, en Windsor, las especulaciones respecto a la verdadera razón detrás de la decisión han girado en torno a una
supuesta mala relación entre la ex actriz y su concuñada Kate, duquesa de Cambridge.
Los medios locales han dicho que
ambas duquesas tienen estilos de vida muy diferentes e incluso que
los problemas entre ellas se generaron el día del matrimonio de los duques de Sussex, debido a que a Kate no le agradó el vestido elegido por la novia para sus damas de honor, entre las que se encontraba la pequeña Charlotte.
Según publicó The Telegraph,
a la esposa del príncipe William "le cayeron lágrimas" al ver el atuendo, además de que
estaba "muy emotiva" debido a que recientemente había nacido el príncipe Louis.
Sin Embargo, tras la ola de rumores y especulaciones,
hoy la duquesa de Cambridge dejó entrever que no tiene ningún conflicto con su concuñada, al referirse al embarazo de esta.
En el marco de una visita a Leicester, Kate conversó con algunas personas que la esperaban a ella y a su esposo a las afueras de la universidad de esa ciudad. De pronto, una
le preguntó si sentía entusiasmada con el hijo que espera Meghan, a lo que la duquesa de Cambridge contestó: "Sí, absolutamente".
A continuación, la esposa del príncipe William
señaló que el nuevo bebé real será "realmente especial", porque también será un primo para sus hijos George, Charlotte y Louis.
Según informó el Daily Mail, Kate luego
reveló que sus niños están muy entusiasmados con la cercanía de la Navidad y agregó que
Louis ha crecido mucho. "No puedo creer que ya tiene siete meses", señaló.
De acuerdo al comunicado oficial emitido por la oficina de los duques de Sussex,
la pareja se trasladará a Windsor ya que "es un lugar muy especial" para ellos. Meghan y Harry
vivirán en una propiedad de 10 habitaciones, que será sometida a una
millonaria remodelación para recibirlos.