SANTIAGO.- En febrero de 2016, el niño afgano
Murtaza Ahmadi se hizo conocido en todo el mundo luego de que se
fabricara una camiseta de fútbol con una bolsa plástica que tenía rayas blancas y celestes. El
pequeño de 7 años, fue fotografiado luciendo orgulloso su improvisada indumentaria deportiva, que
rendía honores al argentino Lionel Messi.
La imagen de Murtaza se hizo viral y llegó a ojos del futbolista, quien
le regaló dos camisetas y una pelota firmadas por él, tesoros que hoy el pequeño añora.
"Las dejamos detrás en Jaghori", explicó el niño. "
No pudimos traerlas porque dejamos la casa durante la noche, y mamá me pidió que dejase la pelota y las camisetas", agregó.
A comienzos de noviembre,
Murtaza y su familia se vieron obligados a abandonar su hogar ubicado en el distrito de Jaghori, de la provincia de Ghazni, en el sur de Afganistán. ¿La razón?
Los talibanes irrumpieron en la región, considerada segura y pacífica, y
forzaron a la población a buscar refugio en otras áreas.
El niño y sus parientes huyeron a la aledaña Bamyan, pero
hace dos semanas se trasladaron a Kabul, la capital afgana, donde actualmente viven en una más que modesta habitación en un edificio compartido con un vecino.
Murtaza recuerda con tristeza su antiguo hogar.
"Echo de menos nuestra casa en Jaghori,
aquí no tengo un balón y no puedo jugar al fútbol o salir fuera", lamentó el pequeño.
Sin embargo,
la familia no tiene pensado regresar, a pesar de que los talibanes ya fueron expulsados por las fuerzas de seguridad.
Murtaza juega con la camiseta que fabricó con una bolsa plástica. Crédito: AFP.
Un frustrado asilo en EE.UU.
Esta
no es la primera vez que Murtaza y su familia se ven obligados a dejar su hogar. En mayo de 2016 y luego de que el niño finalmente lograra conocer a Lionel Messi en persona, el pequeño comenzó a recibir amenazas debido a su repentina fama.
"La situación se volvió complicada y vivíamos con miedo, porque
la gente de nuestro entorno pensaba que Messi nos había dado un montón de dinero", explicó Humayoon Ahmadi, hermano de Murtaza.
El joven de 17 años relató cómo en ocasiones desconocidos merodeaban la casa al anochecer y los familiares recibían amenazas.
"A causa de todo esto, temíamos que le secuestraran y prácticamente encerramos a Murtaza en casa y no le enviamos a la escuela durante dos años", resumió.
Hasta que las amenazas se hicieron insoportables y
la familia tomó el camino del exilio a Pakistán en mayo de 2016, con la
esperanza puesta en alcanzar los Estados Unidos.
Sin embargo,
la petición de asilo fue rechazada tras unos pocos meses y Murtaza, sus padres y sus hermanos
se vieron obligados a volver a su pueblo, de donde fueron desplazados ahora a causa del conflicto.
La familia del niño dependía de los ingresos obtenidos en sus explotaciones agrícolas, y en Kabul ahora sale adelante con la ayuda de familiares y ONG.
Dos años después de encontrarse cara a cara con Messi,
Murtaza no ha olvidado una promesa que le hizo el argentino cuando se vieron en persona.
"Messi me dijo 'cuando seas un poco mayor, arreglaré las cosas para ti'", contó el niño, antes de lamentar que
no ha tenido contacto con el futbolista desde entonces.
"Llévame contigo, aquí no puedo jugar al fútbol, aquí solo hay 'daz-dooz'", pidió, imitando el sonido de las explosiones y disparos.
"Cada vez que escucha una bomba o el sonido de un disparo, corre a esconderse bajo mi chador", finalizó su madre, Shafiqa, de 38 años.
Murtaza y Lionel Messi el día que se conocieron. Crédito: FC Barcelona / Captura.