Jordan (a la izq.) fue sentenciado por bigamia, porte ilegal de armas y fraude, entre otros delitos.
Captura Daily Mail
SANTIAGO.- A Mary Turner Thomson le encantaba la vida que tenía como esposa de un agente secreto de la CIA, William Allen Jordan. La escocesa estuvo casada con este norteamericano que ponía en riesgo su vida en peligrosas misiones, y ella se las arreglaba para inventar excusas a su familia y justificar las largas ausencias de su marido, protegiendo su verdadera identidad y apoyándolo. Todo fue así hasta que un llamado telefónico de una mujer desveló la enorme mentira.
"¿Es usted Mary Turner Thomson? ¿Es usted, además, la señora Jordan? Bueno, yo soy la otra señora Jordan", dijo la voz femenina desde el otro lado del teléfono. Todos los trabajos de máxima reserva que supuestamente tenía su esposo no eran más que las visitas que él hacía a su otra esposa y a los 13 hijos que tenía con distintas mujeres.
"Conocí a William online cuando era una madre soltera con un bebé de nueve meses. Era encantador y me escribía todo el tiempo. Comenzamos a salir y me pidió matrimonio después de dos semanas de conocernos. Dije que no, pero nos comprometimos y después estuvimos casados por cuatro años", contó Thomson a Daily Mail.
Desde entonces, la mujer escuchó la historia de que Jordan era un agente de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, y no solo eso. El hombre le dijo que trabajaba en conjunto con el MI5, el equivalente en el Reino Unido, y que por eso residía en ese país cuando la conoció.
Los dos se establecieron en Edimburgo y criaron a tres niños, uno de una relación anterior de Thomson, hoy de 19 años, y dos más que tuvieron como pareja, de 13 y 16.
Llevaban una vida tranquila salvo por conflictos como el siguiente: "En 2004, cuando estaba embarazada de Zach (el menor) me dijo que alguien que conoció en una operación encubierta iba a matar a nuestros hijos, secuestrarlos, cortarlos en pedazos y enviarlos por correo si no les dábamos dinero. En esta etapa, estaba completamente bajo su control, así que vendí todo lo que tenía, mi casa, mi automóvil, mi seguro de vida, todo", recordó la engañada esposa. En total, le pasó a su supuesto marido agente 200 mil libras (más de 173 millones de pesos) para proteger la integridad de sus niños.
El bígamo
Tuvieron que pasar dos años más antes de que la escocesa recibiera el revelador llamado de la otra esposa de su marido.
Las dos mujeres de Jordan se juntaron en un café y hablaron por 12 horas, un día de abril de 2006, indicó Thomson a The Scotsman. "Cuando ella se fue a las 6 de la mañana, le envié a él un mensaje y lo abandoné", señaló la mujer, quien luego escribiría su drama en el libro "El bígamo".
Fueron 5 años de cárcel la pena que le dio un juez a Jordan por bigamia, porte ilegal de armas, fraude, entre otros delitos.
A los dos años y medio salió en libertad y fue deportado a Estados Unidos, donde al parecer,
retomó su vida de engaños.
"A los seis meses (de salir en libertad) me contactó una mujer embarazada que había perdido su casa porque él la convenció de vivir juntos", explicó Thompson.
"Él cambió su nombre y no supe nada más hasta que me contactó una mujer que es como mi equivalente estadounidense. Ella siguió viéndolo después de que me encontró, y la ayudé a poner cámaras ocultas en su casa".
Tras ponerle una trampa, Jordan fue a parar nuevamente a la cárcel, donde estuvo hasta 2017.
Lo último que escuchó Thompson de su ex marido es que una mujer lo había conocido en una página de citas. "Creemos que promedia alrededor de seis mujeres a la vez".
