Heiss y su esposa conocieron a Dayami y a su hermana el jueves pasado.
Reuters
TUCSON, EE.UU.- El deseo de Navidad de una niña mexicana de 8 años que escribió una carta al Viejito Pascuero traspasó el muro fronterizo entre Estados Unidos y México, demostrando que el amor no tiene fronteras.
Todo comenzó la semana pasada cuando
Randy Heiss (60) caminaba junto con su perro en una zona apartada en Patagonia (Arizona), cuando le llamó la atención una cinta de color rojo enredada entre la maleza.
Al principio pensó que era basura, pero luego se dio cuenta, para su sorpresa, que era un globo y que en la cinta había una carta amarrada.
"Era una carta dirigida a Santa en español", dijo Heiss. "Yo no sé mucho español, así que llevé la nota y el globo a mi esposa y fue como nos dimos cuenta que era de una niña llamada Dayami, donde pedía varios regalos como ropa, lápices para pintar y juguetes. Mi corazón simplemente se derritió".
Según contó el hombre, lo que más le conmovió es que en la nota, la menor escribió "trame (tráeme) lo que tú puedas".
Como la carta no tenía ningún teléfono o forma de contactar a la niña, Heiss recurrió a las redes sociales y presintiendo que la carta podría provenir de Nogales, Sonora (México), contactó a la estación de Radio XENY en esa ciudad fronteriza pidiéndoles su ayuda para localizar a la menor.
"La respuesta fue grandiosa. Gracias a las redes sociales y los medios de comunicación rápidamente pudimos encontrar a Dayami", relató Heiss, quien hace nueve años perdió a su único hijo y no tiene nietos.
Junto con su esposa, Heiss viajó a México el pasado jueves donde pudo conocer en persona a Dayami, de ocho años de edad y a su hermana.
"Le entregamos en persona sus regalos y su alegría fue inmensa", dijo el sexagenario, agregando que la niña le preguntó si él y su esposa eran "duendes" ayudantes del Viejo Pascuero.
(EFE)
"Nos dijeron que la familia de Dayami es una familia de bajos recursos. Todos duermen en una sola habitación, porque apenas tienen para pagar el arriendo y su comida", relató.
Cada año, Dayami suelta un globo con sus deseos de Navidad, pero esta es la primera vez que alguien lo encuentra y le responde.
Heiss indicó que a través de esta experiencia aprendió que "los milagros sí existen". "Creo que Dios la puso en mi camino".
"Es interesante pensar que este deseo de Navidad superó el muro fronterizo, superó el alambre de púas que han puesto para llegar a este lado", enfatizó Heiss quien aseguró que continuará en contacto con la menor y su familia.