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SANTIAGO.-. La llegada del
verano es la excusa perfecta para más
actividades al aire libre. Tardes de piscina, siestas en la playa, mañanas de caminatas, son algunos de los panoramas que se realizan estos días de temporada estival donde el
sol es uno de los principales
enemigos para la piel. La
insolación es una de las lesiones más frecuentes que sufre la piel, especialmente en
verano, ya que en esta temporada el cuerpo está constantemente expuesto a los
rayos solares. Como explica el dermatólogo de Centros Médicos Vidaintegra,
Andrés Lehmann, "la gente tiende a confundir la
quemadura solar con la
insolación o golpe de calor, que son dos cosas distintas con diferentes grados de
gravedad".
En aquellas situaciones en las que el cuerpo no logra compensar el
exceso de temperatura, se habla de golpe de calor o
insolación, donde se produce una enfermedad sistémica, es decir que afecta a todo el cuerpo, habitualmente de
alto riesgo, y que no necesariamente se convierte en una quemadura solar.
Con este tipo de reacciones se debe tener especial
atención ya que, según informa el centro médico, esto podría provocar un
calentamiento del cerebro que si no es bien tratado podría llegar a ser muy
grave. Si la persona sufre de una
insolación, se debe inmediatamente
hidratar con agua fría, trasladarlo a un
ambiente fresco, aplicar paños fríos en la frente para así poder bajar la
temperatura corporal.
Por otro lado, con respecto a las
quemaduras de la piel producto de los rayos solares, el especialista detalla que "corresponde más bien hablar de quemaduras solares cuando existe
superficie corporal comprometida, con formaciones de vesículas o ampollas, según la gravedad de la
lesión".
Conociendo los verdaderos peligros
Los primeros signos de una
quemadura solar pueden aparecer durante el transcurso del día, siendo incluso imperceptible durante las primeras horas en algunos casos.
Una vez que se manifiestan los
síntomas, estos se caracterizan por:
•
Piel roja y sensible al tacto.
• Ampollas o formación de vesículas.
• Descamación laminar de la piel, la cual ocurre varios días después de la quemadura solar.
• Fiebre, escalofríos, náuseas, erupción cutánea.
"Las quemaduras solares producen daño permanente, que puede a largo plazo desencadenar un cáncer de piel. Por otra parte, el golpe de calor o insolación puede llegar a ser fatal", advierte Lehmann.
¿Existen pieles más sensibles que otras?
Las pieles más sensibles al sol son las más blancas, especialmente aquellas clasificadas como fototipo I. "Estas personas, cuando se exponen al sol se queman con mayor facilidad y al recuperarse vuelven a su color original sin lograr broncearse", detalla el dermatólogo.
Este tipo de pieles deben tener especial cuidado y precaución a la hora de tomar sol. El especialista afirma que "la recomendación es aplicar un protector cada 4 horas, siempre y cuando la persona no esté expuesto a medios extremos, como mucho tiempo en el agua y deportes donde se transpire mucho".
Cuidados para protegerse
No se debe olvidar también que el daño celular de la piel es acumulativo, lo cual va generando una mayor propensión a desarrollar melanomas.
Para evitar esto y los malestares asociados a la insolación y quemaduras de piel Lehmann recomienda considerar una serie de cuidados:
• Evite la exposición al sol durante las 11 de la mañana y las 4 de la tarde.• Aplique cantidades generosas de protector solar con factor de protección de al menos 30.
• Aplique protector solar 30 minutos antes de exponerse al sol.
• Si está en constante contacto con el agua, debe aplicar el protector cada 2 horas.
• Use sombrero y anteojos con protección contra la luz ultravioleta.