ONU Mujeres / Captura Facebook
GINEBRA.- En una treintena de países ubicados en África, Medio Oriente y Asia todavía se sigue practicando la mutilación genital femenina, considerada como una costumbre cultural o religiosa, donde se amputa la parte exterior de los genitales de las mujeres para eliminar el placer sexual.
La región con más casos es África Occidental, donde se calcula que más del 85 por ciento de las mujeres de entre 15 y 45 años la han sufrido, pero además, en Europa, se calcula que en comunidades de migrantes hay 500.000 víctimas y alrededor de 180.000 niñas que corren el riesgo de serlo cada año.
Si la mutilación genital femenina se sigue practicando al ritmo actual en estos países,
68 millones de niñas podrían convertirse en nuevas
víctimas antes de 2030, según informó la
Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las más
afectadas por estas prácticas suelen ser niñas
menores de 15 años, que tras ser sometidas a este tipo de procedimientos pueden sufrir
hemorragias, infecciones y futuras complicaciones en el parto, incluyendo un mayor riesgo de muerte de los recién nacidos.
En el
Día Internacional de Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, la OMS consideró que teniendo en cuenta el crecimiento demográfico en los lugares donde esa práctica está extendida, es de suma urgencia que la comunidad internacional acelere las
acciones para acabar con ella.En
2019, la organización buscará poner especial énfasis en
combatir la creencia de que sustituir las prácticas de mutilación tradicionales por otras similares en manos de
trabajadores de los centros de salud es menos dañina,
equiparándola, en cierto modo y erróneamente, con la
circuncisión masculina.Los empleados de hospitales o centros de salud "nunca deben someter a niñas o mujeres a mutilación genital", y aquellos que lo hacen "están
violando sus derechos humanos", advirtió
Tarik Jasarevic, autoridad de la OMS.
Esta
mutilación parcial o total del
tejido externo de los genitales femeninos, practicada entre algunos pueblos para
eliminar el placer sexual de la mujer, "no tiene justificación médica alguna, sólo causa dolor, y jamás debe practicarse", añadió.
Erradicar de la tradición
La
ONU instauró el 6 de febrero como el día para recordar la necesidad de seguir con los
esfuerzos por terminar con la práctica que han sufrido más de 200 millones de niñas y mujeres.
En el contexto de esta conmemoración,
ONU Mujeres, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Fondo de Población de la ONU, reafirmaron también su compromiso para eliminar una tradición que
"vulnera el derecho de las mujeres a la salud sexual y reproductiva"."Para poner fin a la mutilación genital femenina debemos combatir las causas fundamentales de la
desigualdad de género y trabajar con el fin del
empoderamiento social y económico de las mujeres", subrayaron los tres organismos de la ONU en un comunicado.
En el documento,
se solicita con urgencia, a los gobiernos de los países donde se mantiene esta práctica, la elaboración de
planes nacionales para su erradicación, en los que se incluyan presupuestos destinados a servicios integrales de salud sexual y reproductiva, educación y asistencia social.
También exigen que "los líderes religiosos
derriben el mito de que la mutilación genital femenina se sustenta en la religión".
"Gracias a la acción colectiva de los gobiernos, la sociedad civil, las comunidades y las personas,
la mutilación genital femenina está en declive, pero no nos conformamos con reducir el número de casos, insistimos en erradicarla", concluyen las organizaciones en su documento.