El Mercurio (imagen referencial)
SANTIAGO.- En la madrugada del 11 de noviembre de 2018, la policía del área de Great Barr, en Birmingham (Gran Bretaña), acudió hasta el local de una funeraria, cuya alarma avisaba que alguien había irrumpido en su interior.
Los efectivos ingresaron al lugar y se encontraron con una escena macabra: varios de los ataúdes estaban abiertos y uno de los cuerpos, el de una mujer, estaba en el suelo con claros signos de haber sido violentado.
El autor del horroroso delito aún se encontraba en el lugar. Se trataba de Kasim Khuram, un hombre de 23 años que había ingresado a la funeraria para robar y que había practicado necrofilia con el cadáver que estaba fuera del ataúd.
Khuram fue arrestado y privado de libertad. El mes pasado se declaró culpable de robo y abuso sexual de un cadáver, aunque aseguró que cometió el delito bajo los efectos del alcohol y las drogas, en concreto vodka y mamba (marihuana sintética) respectivamente.
A pesar de que un psiquiatra concluyó que el hombre sufría una psicosis inducida por drogas al momento de abusar del cadáver, el viernes el juez Melbourne Inman lo condenó a seis años de cárcel y le ordenó registrarse durante una década como un delincuente sexual.
En opinión del magistrado, los delitos cometidos por Khuram "ofenden toda la sensibilidad humana".
"No tengo conocimiento de, y tampoco he podido encontrar, ningún caso similar", sostuvo Inman al leer la sentencia, según publicó The Independent. "Sería difícil pensar en una mayor depravación de la dignidad de los muertos", agregó.
Por su parte, el fiscal Robert Price señaló que la familia de la difunta cuyo cuerpo fue abusado, tuvo que recurrir a terapia y medicamentos luego de enterarse del macabro hecho que afectó a los restos de su pariente.
"Las acciones de este monstruo son como un rayo en el corazón para nuestra familia. Ya estábamos lidiando con la tristeza. El dolor causado por esto no puede ser expresado", declararon los cercanos de la mujer fallecida en un comunicado.