SANTIAGO.- El virus del papiloma humano (VPH) es una de las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes en el mundo. Se estima que en Chile uno de cada dos adultos sexualmente activos tiene, ha tenido, o va a tener el virus en algún momento de su vida.
Si bien, a diferencia de otras ETS, el papiloma humano es una infección silenciosa y pueden pasar años antes de reconocer algún síntoma, lo cierto es que la prevención y detección a tiempo del virus es fundamental. Esto, porque el VPH es responsable de prácticamente todos los casos de cáncer de cuello uterino, una de las enfermedades oncológicas por las que más mujeres jóvenes mueren cada año, junto al cáncer de mamas.
Según explicó la Dra. Andrea Schilling, ginecóloga Infanto juvenil de Clínica Alemana, en el 80% de los casos de VPH el sistema inmune elimina la infección en un período de 4 semanas hasta 2 años después del contagio. Sin embargo, hay pacientes en los que el virus altera la estructura celular, impidiendo que las células dañadas sean destruidas por el cuerpo. “El virus altera el DNA, la información de la célula. Esto hace que las células se empiecen a desarrollar y multiplicar de forma anormal y creen un cáncer”, dijo la especialista.
Evitar el cáncer a tiempo
Al ser un virus su principal causa, el cáncer de cuello uterino, a diferencia de otras enfermedades oncológicas, puede ser evitado. La doctora Schilling explicó que la forma más eficaz para ello es a través de la vacuna contra el papiloma humano. “La vacuna está disponible desde hace 12 años en el mundo y ha significado un cambio radical”, dijo la doctora, quien añadió que Chile es uno de los 89 países que vacunan gratuitamente a niñas contra el VPH.
“Se comenzó vacunando a las mujeres porque el cáncer más frecuente producto de papiloma humano es el del cuello del útero. Sin embargo,
el VPH también produce otro tipos de enfermedades, como el cáncer de vulva y vagina en mujeres, el cáncer de pene en hombres y el cáncer de ano y de bucofaringe en ambos”, explicó la ginecóloga.
Este año en Chile, al igual como se hace en otros países, se comenzará a vacunar también a los niños en cuarto y quinto año básico. “Esto permite por un lado que ellos no desarrollen estas enfermedades, pero también ayuda a disminuir la posibilidad de que en el futuro infecten a sus parejas”, aseguró la especialista y añadió que se estima que el 70% de los portadores del virus son hombres.
Un examen que puede salvar la vida
La doctora advirtió que si bien la mejor forma de evitar el contagio es a través de la vacuna, es imprescindible que las mujeres que ya tienen una vida sexual activa se realicen periódicamente el examen papanicolau (PAP) como medida de prevención.
La especialista aseguró que una buena edad para comenzar a hacer el examen anual es entre los 21 y 25 años. “En este examen se toma una muestra de la secreción del cuello del útero y se mira al microscopio para buscar pequeños cambios que demuestren la infección del virus papiloma. Pero además, si es que el virus está presente, se puede detectar si se está produciendo un precancer para tratarlo a tiempo antes de que llegue a ser un cáncer”, dijo Schilling.
Hay diversas razones por las que muchas mujeres no se realizan el PAP regularmente, pero la especialista recalcó su importancia. “En nuestro país el cáncer de cuello uterino es muy frecuente y muy problemático” dijo Schilling. “En mujeres jóvenes es el segundo cáncer que más mujeres mata después del cáncer de mamas, la gran diferencia es que el cáncer de cuello de útero es absoluta y completamente prevenible”, añadió.
¿Sirve la vacuna a las mujeres que ya han iniciado su vida sexual? La especialista aseguró que sí. “No va a ser tan efectivo como ponerse la vacuna antes, porque si como mujer ya tengo integrado en mi célula el virus, la vacuna no va a detener ese cáncer, pero sí va a prevenir que me contagie de una nueva infección y eso siempre es bueno”.