Michelle actualmente tiene 22 años.
AP
SANTIAGO.- En 2012,
Michelle Carter y Conrad Roy III se conocieron en
Florida (EE.UU.) durante unas vacaciones familiares. Ambos jóvenes de entonces 17 y 18 años, respectivamente, vivían en Massachusetts, por lo que no les fue difícil iniciar una
relación dos años después.Sin embargo, había un problema: tanto Michelle como Conrad luchaban contra la
depresión, e incluso
él había intentado quitarse la vida.Asimismo, su relación era bastante especial, ya que se hablaban principalmente mediante mensajes de texto y otros tipos de comunicaciones electrónicas.
En julio de 2014,
Conrad tomó su auto y viajó hasta Fairhaven una localidad ubicada a unos 100 kilómetros al sur de Boston. Allí
le escribió a su novia, para decirle que había decidido quitarse la vida, tal como ella le había dicho tantas veces.
"Dices que lo harás, pero nunca lo haces. Siempre es así y no tomas medidas", le había escrito
Michelle ese día.
"Es el momento adecuado y estás listo, hazlo" y "finalmente vas a ser feliz en el cielo. No más dolor, Está bien tener miedo y es normal", también le dijo la joven, según medios estadounidenses.
Sin embargo, cuando Michelle recibió el último mensaje de Conrad, le pidió que tomara su auto y volviera a casa, pero
el joven falleció en el camino.
Michelle en el juicio celebrado en 2017. Crédito: AP.
Homicidio involuntario
En un
juicio realizado en 2017,
Michelle fue acusada por su responsabilidad en la muerte de su novio, en especial por no haber puesto en alerta a la policía o a la familia del joven respecto a sus intenciones.
Michelle fue hallada culpable de
homicidio involuntario y sentenciada a 15 meses de prisión. Sin embargo, el juez le permitió permanecer en libertad mientras se tramitaba su apelación en la Alta Corte de Massachusetts.
"No hizo absolutamente nada para ayudarlo", determinó la semana pasada el
juez Scott Kafker, quien estuvo a cargo de revisar el caso. De esta manera, confirmó la condena que se había dictado en 2017.
Y a pesar de que su defensa le insistió al magistrado que la joven no tenía antecedentes penales, que estaba recibiendo
tratamiento psiquiátrico y que no había intentado escapar, el juez determinó que era hora de que Michelle
comenzara a cumplir su condena en prisión, lo que ocurrió el lunes.
Su defensa recurrirá ahora a la Corte Suprema de EE.UU. para intentar
revertir la decisión.