LONDRES.- La firma británica
Burberry anunció el miércoles haber
retirado una de las
prendas presentadas en su reciente desfile en la Semana de la Moda de Londres, y
criticada por una modelo por considerar que
incitaba al "suicidio".
"Lamento profundamente la
angustia que ha causado una de las piezas de mi presentación del domingo", afirmó el diseñador de la emblemática marca británica, el italiano Riccardo Tisci.
"Aunque
el diseño se inspiró en un tema náutico, me doy cuenta de que
era insensible. Nunca fue mi intención molestar a nadie", subrayó, precisando que se asegurará de que
algo así no vuelva a ocurrir.
La prenda en cuestión era un
polerón de color café que,
en torno a la capucha y colgando sobre el cuello, llevaba una soga con un nudo corredizo como los utilizados
para los ahorcamientos.
Su aspecto
había sido denunciado un día después del desfile por la
modelo Liz Kennedy, que publicó en Instagram imágenes de la prenda afirmando que
"el suicidio no es moda".
"No entiendo cómo se puede dejar algo que parece una soga colgando de un cuello desfilar por la pasarela", escribió Kennedy interpelando directamente a "Riccardo Tisci y todo el mundo en Burberry".
"¿
Cómo podría alguien pasar esto por alto y pensar que estaría bien hacer esto, especialmente en una
línea dedicada a las niñas y jóvenes? La juventud (es) impresionable", agregó.
Marco Gobbetti, director general de Burberry, anunció la
retirada de la prenda asegurando que llamó a Kennedy en cuanto conoció el caso para disculparse, reconociendo que
la firma cometió "un error".
No es la primera vez que una gran marca de moda se encuentra en esta situación.
En enero de 2018, el gigante sueco
H&M tuvo que
retirar una sudadera que recibió acusaciones de racismo en las redes sociales, en particular de la superestrella del baloncesto estadounidense LeBron James, por ser presentada por un niño negro y llevar la inscripción "Coolest monkey in the jungle" (El mono más genial de la selva).
En 2014, la marca de ropa española
Zara tuvo que retirar de la venta una
camiseta infantil de rayas con una estrella amarilla bordada que provocó una gran polémica por su
parecido con los uniformes de los judíos en los campos de concentración nazis.