SANTIAGO.-
Angela Farnan nunca imaginó que sería
madre por primera vez del niños más pequeño y enfermo que atendía a diario en la unidad de cuidados intensivos de pediatría.
La enfermera del
OSF Children’s Hospital de Illinois, Estados Unidos, quien está a cargo de la sección de pediatría, el pasado mes de junio junto a su esposo, Rick, fueron padres de
Blaze, un niño de casi dos años que nació con un
defecto cardíaco congénito, llamado corazón izquierdo hipoplásico.
Blaze, ingresó al hospital de Illinois a los tres días de vida para su primera
intervención quirúrgica, por lo que debió permanecer en el centro de cuidados donde Angela estaba a cargo. A los dos meses, fue sometido a su segunda cirugía y los médicos aseguraron que el niño podría ser intervenido una tercera vez y quizás algún día
necesitar un trasplante de corazón. Según publicó
Infobae, Farnan fue la enfermera encargada del cuidado de Blaze durante ese tiempo ya que sus
padres biológicos vivían muy lejos del centro de salud y
no tenían los recursos necesarios para visitar diariamente al niño, ni para mantenerlo económicamente.
Durante los primeros meses que Angela estuvo con Blaze pudo optar a una
tutela con permiso de sus padres biológicos, donde se acercó más al pequeño creando un vínculo especial. Después de la segunda cirugía realizada el pasado 20 de marzo, la
madre del niño fue donde la enfermera y
entre lágrimas le ofreció la adopción de su hijo."Fue un día muy emocionante porque mi esposo y yo
nos enamoramos de él y se estaba acercando cada vez más la fecha en que teníamos que devolverlo", señaló Farnan.
"La madre biológica de Blaze dijo que ella y su esposo estaban discutiendo la posibilidad de que cuidáramos a Blaze en forma permanente", indicó Angela, agregando que cuando le comunicó la decisión la mujer decía entre llantos:
"no quiero que nadie sienta que soy una mala madre"."Yo le dije que ella había tomado
la mejor decisión como madre y no había duda de que amaba a Blaze", aseguró la enfermera.
Hoy, Angela y su esposo Rick están orgullosos de ser los padres de Blaze, un niño con una
personalidad alegre y con gustos por la música country, aseguró la pareja.
"Al convertirme en madre por primera vez, no puedo describir el sentimiento.
Fue uno de los mejores días de nuestras vidas", aseguró Angela.
"Ahora, llego a casa y él está muy emocionado de verme, me levanta. Puedo tener el peor día y todo lo que quiero hacer es llegar a casa y verlo. Simplemente lo hace todo mejor.
Su sonrisa ilumina la habitación", añadió.