SANTIAGO.- Una impactante escena ocurrió ayer cuando oficiales de la policía de
Indonesia golpearon con un
látigo en la espalda a seis mujeres y seis hombres en medio de una plaza, en la provincia conservadora de
Aceh, por haber tenido
"relaciones íntimas" con el sexo opuesto
fuera del matrimonio. Mientras las
mujeres lloraban de dolor, los espectadores en silencio sacaban sus celulares y tabletas para tomar fotografías de lo que estaba ocurriendo. Dos de las imputadas tuvieron que ser llevadas por las autoridades, después de que el dolor por los
golpes las dejaran sin poder caminar. El castigo se produjo luego de que un grupo de
seis parejas solteras fueran procesadas por
romper la Ley Islámica del país, después de ser encontradas compartiendo juntas en un hotel, durante un operativo policial.
Según informó el
Daily Mail, los ciudadanos fueron llevados a prisión por varios meses y ayer lunes, como parte de la condena, las seis mujeres y seis hombres fueron
castigados con latigazos en el sector público de la capital de Aceh.
Cuatro de los imputados fueron sentenciados con siete latigazos después de haberlos encontrado
compartiendo junto a miembros del sexo opuesto que
no eran sus parientes, y los demás, a quienes los encontraron en situaciones "más comprometedoras", recibieron entre 17 a 25 golpes, por haber tenido
relaciones íntimas fuera del matrimonio, declaró un oficial de la policía.
Crédito: AFPEste tipo de castigos, a través de latigazos en sectores públicos, es muy común dentro de la provincia de Aceh, ubicada al norte de la isla de Sumatra en
Asia, donde además de las relaciones fuera del matrimonio, se
penalizan las apuestas, beber alcohol y tener relaciones sexuales con una persona del mismo sexo.Aceh es la única provincia en el país, el más grande del mundo de mayoría islámica, que
impone la Ley Islámica. El 98 por ciento de sus habitantes practican el islamismo, por lo que este
tipo de castigos cuenta con gran apoyo de los ciudadanos. "La Ley está diseñada para tener un
efecto disuasorio, no solo para los que cometieron la falta, sino también para quienes ven la escena", explicó el responsable de la policía local,
Marwan, que al igual que muchos indonesios, es llamado solo con un nombre.
"El dolor de ser azotado no es tan malo, la vergüenza pública es peor", añadió Marwan.
Activistas defensores de los derechos humanos, calificaron estos hechos como
crueles y el Presidente del país,
Joko Widodo, pidió detener este tipo de prácticas.
La provincia adoptó la ley religiosa después de que se le concediera una
autonomía especial en 2001, en un intento del gobierno central para poder terminar con una larga disputa de separación.
En diciembre pasado, dos
hombres fueron castigados con
100 latigazos cada uno después de que los encontraran teniendo
relaciones íntimas con mujeres menores de edad. Crédito: EFE