Una de las ciudadanas que compartió las imágenes: Newclassfam / Instagram
SANTIAGO.- Un escándalo se desató la semana pasada, luego de que un grupo de jóvenes del estado de
California protagonizara una polémica celebración junto a otros estudiantes del establecimiento
Newport Beach, en la que utilizaron, sin ninguna razón aparente, figuras de
esvásticas y el tradicional saludo nazi, acompañado por la expresión
"Heil Hitler".
Hombres y mujeres con la mano alzada junto a una esvástica hecha con vasos plásticos con cerveza en su interior, fueron las imágenes que
impactaron a los ciudadanos, a las autoridades locales y al directorio del establecimiento, después de que los estudiantes compartieran las fotografías del evento en sus
redes sociales. La vicepresidenta del distrito escolar,
Martha Fluor, señaló que el establecimiento, en conjunto con las autoridades locales, se encuentran trabajando para decidir una posible
medida disciplinaria contra los estudiantes.
"
Me repugnó cuando escuché la historia. Es descorazonador que estudiantes que reciben instrucción de alta calidad en el aula, se involucren en este tipo de comportamiento", agregó Martha.
Al parecer, la fiesta les resultó más cara de lo que pensaron, ya que durante la semana los jóvenes debieron asistir a un foro organizado por la escuela, donde
leyeron cartas de disculpas a los demás estudiantes, padres y ciudadanos que expresaron su rechazo.
Martha aseguró que desde la institución se tomaron muy seriamente lo ocurrido y que extrañamente al menos
dos de los estudiantes en el incidente eran judíos, pero que claramente no entendieron la gravedad del asunto.
"Los estudiantes leen sobre el holocausto en el diario, en los libros de texto, pero parece que no es suficiente. El dilema al que nos enfrentamos es cómo hacer que entiendan que
tales acciones traen consigo mucho dolor y sufrimiento", planteó Fluor.
Según publicó
Infobae, la escandalosa celebración se sitúa en medio de un incremento de
incidentes antisemitas en Estados Unidos. La
Liga Antidifamación reportó un alza de un 50 por ciento en este tipo de incidentes entre 2016 y 2017, muchos de ellos realizados en escuelas o universidades.
Abraham Cooper, rabino del centro Simon Wiesenthal de Los Angeles, aseguró que este escándalo debe servir como una alerta de que personas incluso en estados liberales como California, no son inmunes al
racismo e intolerancia. "Esto es un insulto a los 6 millones de judíos que murieron en el Holocausto, a los que pelearon contra la ocupación y a lo que llamamos la mejor generación de Estados Unidos: aquellos que fueron a Europa, aquellos que murieron para vencer la esvástica", dijo Cooper.
El religioso propuso a la escuela realizar una
excursión con los estudiantes involucrados, al
Museo de la Tolerancia en la ciudad y organizar
reuniones con sobrevivientes del Holocausto con el fin de crear más conciencia de sus acciones.