SANTIAGO.- El 23 de febrero pasado, Peter Zhu se encontraba esquiando en West Point, una academia militar ubicada a unos 80 km al norte de Nueva York, cuando sufrió un grave accidente. El cadete de 21 años se fracturó su columna, lo que impidió que el oxígeno llegara a su cerebro.
Peter recibió primeros auxilios en el lugar del accidente y luego fue trasladado vía aérea al Centro Médico Westchester, donde su estado no experimentó mejoría. Según The Washington Post, el miércoles siguiente fue declarado con muerte cerebral.
"Todo nuestro mundo colapsó alrededor (...) Peter era el amor de nuestras vidas. Él nos trajo más alegría, orgullo y felicidad de lo que las palabras pueden expresar", señalaron sus padres, Yongmin y Monica.
Sin embargo, además de lidiar con la tristeza de perder un hijo, los Zhu se enfrentaban a otro dilema: que el apellido se acabara con ellos. Claro, porque Peter era hijo único y sus tíos paternos solo habían tenido hijas, por lo que nadie más que él podía tener descendencia que preservara el apellido Zhu.
Para solucionar el problema,
sus padres tomaron una decisión que ha generado muchos cuestionamientos. Así, cuando Peter fue declarado con muerte cerebral, Yongmin y Monica
llenaron una solicitud judicial para preservar su esperma y en el futuro engendrar uno o más nietos con la ayuda de una madre subrogada.
Si bien el fallecido cadete había manifestado su intención de ser donante de órganos en caso de que algo le ocurriera, nunca les pidió a sus padres que conservaran su esperma. Sin embargo, ellos aseguraron que en más de una oportunidad, Peter les dijo que quería tener cinco hijos y que su sueño era vivir en una granja, con su familia y caballos, según indicó el Daily News.
La solicitud de los Zhu fue aprobada el mismo día en que la hicieron. Sin embargo, el próximo 21 de marzo se realizará una audiencia en la Corte Suprema de White Plains (Nueva York), en la que se determinará si Yongmin y Monica pueden mantener la esperma de su fallecido hijo.
Debate ético
El caso de Peter Zhu levanta varios cuestionamientos éticos, pero no es el único. En 2018 se registraron dos casos similares: el de una pareja británica que "diseñó" a su nieto usando la esperma de su único hijo que murió en un accidente en moto; y el de cuatro abuelos chinos, que procrearon un nieto con los embriones congelados que habían dejado sus hijos tras someterse a un tratamiento de fertilidad cuatro años antes de morir.
Y aún más atrás, en 1999, una mujer hizo historia en EE.UU. cuando dio a luz a un hijo usando la esperma extraída de su marido muerto.
Consultado al respecto por el Daily News, el médico Arthur Caplan, quien ha trabajado con alrededor de 30 familias que han guardado la esperma de seres queridos, señaló que son muchas las preguntas que surgen en torno al tema.
"¿Cuántos niños puedes hacer? (...) Y si decides que ya no quieres más, ¿puedes darle la esperma a otra persona?", son solo dos de las interrogantes que se pueden plantear.
Caplan, quien es el director de la División de Ética Médica en el Departamento de Salud Pública de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York, aseguró al medio estadounidense que observa de cerca el caso de los Zhu, porque puede sentar precedentes.
El médico es un firme defensor de la idea de que en las tarjetas de donación de órganos se incluyan la esperma, los óvulos y el útero.
Por su parte, aunque declinó referirse específicamente al caso de Zhu, un portavoz del Departamento de Salud Estatal, aconsejó a las personas "redactar testamentos y crear planes para dejar claros sus deseos en caso de que sean víctimas de una tragedia imprevista".
A ello, Caplan agregó otra recomendación para los hospitales: que establezcan un período de alrededor de tres meses, que parece ser la cantidad de tiempo para que "disminuya la pena", y las personas puedan tomar decisiones más reflexivas.