MADRID.- El fundador de un
restaurante español con una estrella Michelin, cerrado después de que
una mujer falleciera por un supuesto caso de intoxicación alimentaria,
reabrió el local este miércoles asegurando que
las autoridades no encontraron razones para que siguiera clausurado.
El restaurante RiFF, ubicado en la ciudad de Valencia, cerró sus puertas después de que
una mujer de 46 años muriera el 17 de febrero tras cenar allí con su familia.
El marido de la mujer y su hijo de 12 años también enfermaron, aunque se recuperaron sin más complicaciones.
Otros 29 clientes que comieron en el local durante los tres días previos
resultaron intoxicados, con síntomas menos graves.
El fundador del negocio,
el chef alemán Bernd H. Knöller, dijo este miércoles que decidió reabrir porque
está "seguro de que el restaurante puede garantizar la máxima seguridad" a sus clientes.
"El restaurante
ha pasado dos inspecciones de Sanidad. La segunda y más reciente, a petición nuestra. Quería estar seguro al 100% (aunque me he dado cuenta de que la seguridad al 100% ni podemos ni puede garantizarla ningún restaurante)", escribió el chef en Twitter, en español, inglés y alemán.
"
Sanidad nos ha garantizado en todo momento, desde la primera inspección, que
no existe ninguna razón para mantener el restaurante cerrado", añadió.
El chef Bernd H. Knöller aseguró que las autoridades no encontraron razones para que su restaurante siguiera cerrado. Crédito: AFP.
Knöller abrió el RiFF en 2001, y recibió una estrella Michelin en 2009. Propone entre otras cosas un menú de 135 euros, a base de trufa negra, caviar imperial y bogavante.
La prensa local señaló que la mujer y su familia comieron unas setas que según la carta eran españolas, aunque en realidad serían de China.
Knöller dijo que las setas fueron compradas a un proveedor español, con el que trabaja desde hace 28 años y en el que tiene "plena confianza".
"Las setas tenían muy buen aspecto, y en ningún momento pensamos que podían proceder de fuera de España", comentó. No obstante, reconoció que "la ficha técnica del producto que nos mandaron no informaba de la procedencia".
Actualmente, un tribunal local está investigando las circunstancias de la muerte de la mujer, y nadie ha sido acusado.