Durante la mañana del miércoles pasado, los habitantes de la ciudad costera de
Punta del Este, Uruguay, quedaron sorprendidos por una inusual visita. Un
lobo marino decidió dejar su hábitat natural y dar un paseo por las calles del sector, eligiendo eligió un lujoso automóvil estacionado en una zona residencial para relajarse y dormir.
Mientras se arrastraba frente a restaurantes, tiendas y oficinas, el animal interactuó con las personas que transitaban por las calles, quienes le arrojaron pescados para que se alimentara.
Los
lobos marinos son muy comunes en las zonas costeras de la ciudad uruguaya, y están acostumbrados al contacto con turistas y pescadores, quienes les arrojan pescados desde los botes. Sin embargo,
en pocas ocasiones dejan el agua y cruzan de la playa hacia la ciudad. Sin embargo, en esta ocasión el lobo se alejó cerca de 100 metros desde el mar, para subir a las veredas y terminar
descansando en el techo de un automóvil de alta gama de la marca MG, que se encontraba estacionado en un edificio.
Crédito: El País Uruguay.
"Venía en mi auto y no lo podía creer: tenía a un lobo enfrente que no me dejaba pasar. Como que yo era el extraño.
Era como que él era el dueño del lugar", relató Mario, uno de los testigos que se topó con el animal, al medio uruguayo El País.
El lobo marino, finalmente
decidió volver a su hábitat en el mar, después de inquietarse por la cantidad de ciudadanos que se acercaron a verlo, y que intentaban llamar su atención con pescados y alimentos.
Su última parada antes de llegar a las costas fue al Ártico, un famoso restaurante de la zona donde se venden principalmente mariscos. Allí aprovechó de descansar un rato antes de seguir su camino hacia el mar.