El Mercurio (imagen referencial)
El martes pasado, cuando el vuelo de la aerolínea
Hawaiian Airlines viajaba desde Honolulu a Los Angeles a 30 mil pies de altura y llevaba dos horas de trayecto, el capitán del avión se vio obligado a aplicar uno de los
códigos de conducta y devolverse a la ciudad de inicio, debido el comportamiento de dos
pasajeros "rebeldes".La decisión fue adoptada a raíz de una fuerte pelea a gritos y amenazas entre dos pasajeros, después de que uno de ellos, mientras
intentaba reclinar su asiento, golpeara levemente al hombre que iba sentado detrás de él.
La discusión fue creciendo cada vez más, llegando al punto en que
uno de ellos intentó atacar al otro y una de las azafatas tuvo que intervenir para detenerlo.
Según publicó el Daily Mail,
Justin Moore-Brown, uno de los pasajeros del vuelo, contó que mientras iban todos tranquilos en sus asientos empezó a escuchar unos gritos.
"Dos hombres empezaron a gritarse entre sí y cuando uno se alejó de la situación el otro le dijo a la mujer que iba sentada al lado:
'no te metas en esto'", informó Justin.
A partir de la situación, la tripulación de cabina informó al piloto de los hechos, e informaron a los demás viajeros que "
la situación requería usar los procedimientos de seguridad y volver a la ciudad de origen Honolulu", lo que causó la indignación de varios pasajeros.
Stanson Chung, quien presenció la discusión y grabó un video de la pelea, viajaba a Los Angeles después de asistir a un matrimonio en Honolulu, y señaló que el anuncio de los trabajadores del avión hizo que las personas hicieran un
"suspiro colectivo"."
No podíamos creerlo, algunos tenían conexiones con otros vuelos y otros tenían que trabajar al día siguiente, como yo", relató.
"Le preguntábamos a los asistentes de cabina: '
¿De verdad tenemos que volver?'", agregó el viajero.
Finalmente, al llegar nuevamente a Honolulu, a la misma hora que debían estar en Los Angeles, los dos
pasajeros problemáticos fueron bajados del avión por las autoridades del aeropuerto y a los demás viajeros se les asignaron nuevos pasajes en otro vuelo.
La aerolínea envió un comunicado para aclarar la situación, en el que explicaron los hechos ocurridos durante el vuelo y las razones del capitán para volver a Honolulu.
"La policía local se reunió con los tripulantes del avión a su llegada. Había 276 pasajeros y 11 miembros de la aerolínea.
La seguridad es nuestra prioridad y pedimos disculpas a nuestros pasajeros por las inconveniencias", comunicaron desde la empresa.