Los floricultores de los grandes
campos de tulipanes, tan característicos del paisaje primaveral de
Holanda, están aburridos de que los turistas pisen las flores para sacarse la tradicional foto de postal. Pero hoy, pancartas, barreras y voluntarios llenan las praderas para frenar el
desastre provocado por los viajeros. Miles de extranjeros visitan Holanda durante los meses de marzo, abril y mayo, para aprovechar algún rayo de sol sobre el
colorido paisaje de la temporada y ver los tulipanes en pleno esplendor. Pero la falta de consideración de algunos turistas hacia las plantas, puede llegar a causar daños de más de siete millones de pesos a cada agricultor holandés.
"Claro que estamos contentos con la atención y las visitas, nos da mucha publicidad,
pero deben respetar nuestro esfuerzo, para que todos podamos disfrutar del resultado", afirmó
Simon Pennings, productor de tulipanes en Bollenstreek, oeste de Holanda, donde siembra flores desde hace más de 40 años.
Pennings dio un golpe sobre la mesa al ver cómo los turistas pisaban sus tulipanes para tener el
mejor ángulo para su selfie y decidió iniciar una campaña, a la que se han sumado otros productores del país, poniendo carteles en inglés en varios lugares del campo en los que se pide precaución bajo el lema: "
Disfruta de las flores, respeta nuestro orgullo".
Crédito: APEstos carteles son puestos en las barreras de acceso a las parcelas de las flores, en una campaña organizada por el sector, organizaciones locales, la red de compañías de cultivo
Flower Science y los municipios más concurridos.
El parque
Keukenhof, nombre que reciben las 32 hectáreas de campos de tulipanes, significa "Jardín de la cocina" en holandés, ocupa terrenos de las localidades de Hillegom y Lisse, y está a tan solo media hora de Amsterdam, la ciudad turística más conocida del país.
La temporada, que dura ocho semanas,
exige la contratación de 1.300 trabajadores extra en Keukenhof solo para cuidar las plantas y sin contar con los nuevos guías, muchos de ellos son personas mayores que disfrutan dedicando su tiempo a explicar la historia y el proceso de crecimiento de la flor.
Campaña de educación
Este parque de tulipanes reservó este año un espacio para los
adictos a los selfies, el que tiene así un fondo colorido para la foto, sin destrozar el jardín y el campo entremedio de las flores.
Pennings explica que las hojas dañadas de los tulipanes perjudican el crecimiento del tubérculo y, en algunos cultivos, el maltrato de la flor puede contribuir a la propagación de
enfermedades de las plantas, con consecuencias a largo plazo.
"Deseamos que todo el mundo disfrute de las flores, pero no queremos tomar la decisión de bloquear el acceso y poner vallas;
solo advertir a los turistas de que deben tener cuidado", reitera.
La organización Flower Science indicó que "es un grito de ayuda del sector de los tubérculos para proteger las flores de los visitantes más entusiastas.
La educación es el núcleo de la campaña. Los turistas serán recibidos de forma hospitalaria y referidos a los lugares donde pueden sacarse fotos, para evitar que caminen por los campos".
Se están reclutando voluntarios para recibir ayuda durante los fines de semana en los puntos más concurridos: recibirán a los turistas, les hablarán sobre el comercio de las flores, les mostrarán dónde pueden sacarse una foto y les indicarán otros lugares del sector donde disfrutar, con cuidado, del paisaje de tulipanes.
"Llevo décadas cultivando tulipanes, y
la actitud de los turistas es cada vez peor y menos respetuosa. La gente camina por los campos, saltando de un sitio a otro, causando daños y pisando los tulipanes. Hay lugares donde 300 personas circulan al mismo tiempo en un solo campo", concluye Pennings.