La ciudad de
Nueva York declaró el martes una
emergencia pública por un
brote de sarampión y
ordenó la vacunación de algunas personas que podrían haber estado expuestas al virus.
La orden del alcalde Bill de Blasio abarca a residentes de cuatro códigos postales en los vecindarios de Williamsburg, en Brooklyn, donde más de 250 personas han contraído sarampión desde septiembre.
Según la orden, todos los residentes de estas zonas que no se han vacunado contra el sarampión y que podrían haber estado expuestos al virus, incluyendo niños mayores de seis meses, se deben de vacunar. Miembros del Departamento de Sanidad y Salud Mental revisarán las cartillas de vacunación de cualquier individuo que haya estado en contacto con pacientes infectados y, en caso de no estar inmunizado, podrá enfrentarse a multas de hasta US$ 1.000 (unos $663 mil).
El brote ha sido mayormente entre la gran comunidad judía ortodoxa de Williamsburg. El lunes, el municipio ordenó a las
escuelas religiosas y programas de cuidado infantil de esa comunidad,
que no permitan el ingreso a estudiantes sin vacunas. Si no lo hacen, agregaron, podrían cerrar los centros.
"No hay duda de que las vacunas son seguras, efectivas y salvan vidas. Urjo a todo el mundo, especialmente a aquellos en las áreas afectadas, que se inoculen para proteger a sus niños, familias y comunidades", afirmó el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.
Desde que arrancó la epidemia en octubre del año pasado, se han confirmado 285 casos en la ciudad, la mayoría en los últimos dos meses.
De estos, 246 han sido detectados en menores de 18 años de edad, en tanto que solo 39 fueron adultos.
Si bien no ha habido muertes asociadas a esta enfermedad, sí se han producido complicaciones, advierte la Alcaldía, con 21 hospitalizaciones y 5 entradas en la Unidad de Cuidados Intensivos.
De Blasio sigue la estela del Condado de Rockland, en el norte del estado de Nueva York, que hace dos semanas prohibió a los jóvenes sin vacunar la entrada a los espacios públicos, como parques infantiles, como respuesta al brote de sarampión en la zona, con 161 casos detectados en una población de 300.000 personas, especialmente entre la población ortodoxa.