Faces of Drunk Driving / Captura
En 1999,
Jacqui Saburido era una joven de 20 años cuyas únicas preocupaciones eran los estudios y sus amigos. El 19 de septiembre de ese año, la venezolana que entonces se encontraba viviendo en Austin, Estados Unidos,
regresaba de una fiesta junto a unas amigas, cuando
el auto en el que viajaban
se vio envuelto en un accidente.
Reggie Stephey, de 18 años y quien se encontraba bajo los efectos del alcohol,
sobrepasó el eje de la calzada e impactó su automóvil de frente con el vehículo en el que iba Jacqui. Dos de las amigas de la joven murieron de forma instantánea y
a ella le cambió la vida de forma radical.
Producto del fuerte choque,
el automóvil donde viajaba Jacqui
se incendió y ella fue rescatada de su interior, aunque con
quemaduras de tercer grado en más del 60% de su cuerpo. El fuego la dejó
ciega, sin cabello, así como tampoco labios, nariz, párpados y manos.
La joven
quedó irreconocible y, además, los médicos nunca tuvieron la esperanza de que pudiera sobrevivir. Sin embargo,
después de más de 100 operaciones y millonarias cuentas médicas, Jacquie salió adelante.
El responsable del accidente, en tanto, fue
sentenciado a siete años en una penitenciaría estatal.
Salió libre en 2008.
Jacquie en una de las campañas. "Haré esto mil veces"
Al momento del accidente, Jacquie
estudiaba ingeniería en la Universidad de Caracas y se encontraba en Estados Unidos para aprender inglés. Pero
todos sus planes de convertirse en una profesional y de formar una familia,
quedaron en nada.
Según el sitio de la organización Faces of Drunk Driving, que realiza campañas para crear conciencia sobre la conducción responsable
, la joven pasó a depender por completo de su padre, Amadeo, quien lo dejó todo por cuidar a su hija.
Jacquie, por su parte,
se transformó en oradora motivacional y vocera de las campañas para desincentivar la conducción bajo los efectos del alcohol. "Incluso si significa estar sentada aquí frente a una cámara sin orejas, sin nariz, sin cejas, sin cabello, haré esto mil veces si
ayuda a alguien a tomar una decisión inteligente", señaló en varias de sus intervenciones.
Asimismo, la joven
se convirtió en emblema de la campaña realizada por el Departamento de Transporte de Texas,
para evitar que las personas conduzcan cuando han bebido alcohol.
Jacquie
vivió 20 años entregando su potente testimonio. El pasado 20 de abril, la mujer falleció víctima de un cáncer. Estaba en Guatemala, donde era tratada, pero según su primo José Saburido, su deseo siempre fue ser sepultada junto a su madre en Venezuela.