La empresa minera canadiense Lucara encontró en su explotación de Karowe, en el centro de Botswana, el
segundo diamante más grande del mundo, de 1.758 quilates.
La piedra
pesa 352 gramos y tiene
aproximadamente el tamaño de una pelota de tenis, aunque no se llega a calificar como una joya por su "calidad variable".
"Karowe ha producido dos grandes diamantes de más de 1.000 quilates en solo cuatro años", subrayó el consejero delegado de Lucara, Eira Thomas.
Esta piedra
desbanca de la segunda posición a otra encontrada por esta misma compañía
en 2015 también en la explotación de Botswana,
que tenía 1.111 quilates.
A estas dos solo les supera el famoso "diamante de Cullinan", de 3.106 quilates, extraído en la población minera sudafricana del mismo nombre en 1905, y que forma parte de las Joyas de la Corona del Reino Unido.
La empresa canadiense asegura que desde 2015 han descubierto 12 diamantes de más de 300 quilates en Karowe, de los cuales ha vendido 11 por un valor de más de 158 millones de dólares.
Situado en el sur de África, Botswana, un vasto país árido de poco más de dos millones de habitantes, es uno de los mayores extractores de diamantes del mundo, una industria que representa el 80% de sus exportaciones.