El Presidente
Donald Trump insistió este viernes sobre la
importancia de la vacunación contra el brote de
sarampión que afecta a Estados Unidos.
"Las vacunas son muy importantes", dijo el Mandatario a periodistas en la Casa Blanca.
"Tienen que vacunarse", añadió.
Las palabras de Trump llamaron la atención ya que antes de ser elegido Presidente,
él vinculó varias veces los trastornos del espectro autista y la inyección de varias dosis de vacunas simultáneas.
"Yo no estoy en contra de las vacunaciones de sus hijos, yo estoy en contra de ponerlas todas en una dosis masiva. ¡Repártanlas en un largo periodo y el autismo se reducirá!", tuiteó por ejemplo en septiembre de 2014, y escribió numerosos tuits similares entre 2012 y 2015.
Asimismo, el llamado ocurrió después de que
autoridades de Los Angeles ordenaran la cuarentena de cientos de estudiantes y empleados de universidades locales, que habrían estado expuestos al virus.
Según informó The New York Times,
la U.C.L.A. y la Universidad Estatal de California, han estado trabajando con el personal de salud del condado, para identificar y
ponerse en contacto con quienes que pueden haber estado expuestos al sarampión este mes.
En este sentido, aquellos que están en riesgo de contraer la enfermedad, recibieron
órdenes para mantenerse en sus casas y evitar, en lo posible, cualquier contacto con otras personas.
En al caso de la Universidad Estatal de California, el foco de contagio fue una
persona que visitó la biblioteca el pasado 11 de abril. En tanto, el de la U.C.L.A. se trata de un
estudiante que fue diagnosticado con sarampión, pero asistió a clases en pleno período de contagio de la enfermedad.
En concreto,
198 personas -entre estudiantes y empleados- de la primera casa de estudios, fueron enviados a
cuarentena hasta el 2 de mayo. En el caso de la segunda,
82 alumnos y funcionarios deberán
permanecer en sus casas hasta el 30 de abril.
Estados Unidos ha informado de 695 enfermos de sarampión desde el 1 de enero, lo que convierte 2019 en el peor año desde el 2000, cuando la enfermedad -muy contagiosa- se declaró eliminada del país. Hasta ahora, no se ha registrado ningún fallecimiento entre las personas contagiadas.
La epidemia estadounidense se concentra en grupos con un alto número de niños no vacunados, especialmente en algunos barrios de judíos ortodoxos de Nueva York, y cerca de Detroit. La mayoría de los casos de sarampión llegaron desde otros países, entre ellos Israel y Ucrania, según las autoridades sanitarias federales.