Mujeres de Sudán del Sur junto a sus hijos.
AFP (imagen referencial)
Cuarenta vacas era la dote que un
hombre ofreció por una joven de 20 años de Sudán del Sur,
para casarse con ella. Sin embargo,
la mujer rechazó la propuesta de matrimonio,
generando la furia de su familia.
El pretendiente había sido elegido por los padres de la joven, una práctica común en el país que según el último informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU), es el menos feliz del mundo.
Y ante el rechazo a casarse, l
a mujer fue brutalmente castigada por sus hermanos hasta que le provocaron la muerte.
"
El padre fue quien ordenó matar a su hija porque se negó a casarse", dijo Taban Abel, ministro de Estado de Sudán, quien manifestó su
absoluta condena al hecho ocurrido en la ciudad de Yirol y aseguró que
los matrimonios forzados siguen siendo un desafío para las autoridades del país.
"Este
es un acto barbárico que necesita una intervención inmediata del gobierno. Este es el segundo incidente de este tipo, porque el año pasado una niña quedó embarazada y su padre la golpeó hasta morir", agregó Abel, según publicó The Independent.
De acuerdo a estudios de la UNICEF,
alrededor de un 52% de las niñas sudanesas, ya están casadas a los 18 años. Se trata de una práctica patriarcal, que deja en evidencia la
desigualdad entre hombres y mujeres en el país africano.
Por esta razón, Amnistía ha llamado el gobierno de Sudán del Sur a tomar los pasos necesarios para
poner fin a los matrimonios forzados, así como también a los infantiles, pero sobre todo a
proteger los derechos de mujeres y niñas.