Lo más cercano al elemento químico
mercurio que las personas tenían antiguamente en sus casas y que algunas todavía conservan, son los termómetros para medir la fiebre. Muchas veces estos se rompían y jugar con las pequeñas pelotas que se formaban era una atracción para algunos niños, que sin saberlo, era y es
altamente peligroso. La
Organización Mundial de la Salud, define al
mercurio como un
elemento tóxico para la salud humana, que constituye una amenaza especialmente para el desarrollo de un niño en el útero y sus primero años de vida, y la considera como
una de las diez sustancias químicas de mayor preocupación para la salud pública.
La llegada a Chile de un
convoy con 100 toneladas de mercurio líquido y su viaje por la Ruta 5 Norte desde la Región de Coquimbo al Puerto de Valparaíso, ha impresionado a la ciudadanía y, a la vez, ha obligado a la movilización de las autoridades debido al peligro que supone el químico.
Los camiones provienen de una mina en San Juan, Argentina, y el sábado pasado ingresaron al país por el Paso Jama, cruzando Antofagasta, Atacama hasta llegar a Coquimbo, donde se detuvieron durante la noche para continuar hoy hasta Valparaíso. El
destino final del mercurio es Alemania, donde será llevado como desecho para su eliminación.
A pesar de que la carga fue autorizada por el Ministerio del Medio Ambiente y que el convoy ha sido monitoreado por la Oficina Nacional de Emergencias, muchos se han preguntado
cuán peligroso es este elemento químico y qué pasaría si uno de los camiones lo derrama durante su paso por las carreteras chilenas.
Peligros a la exposición
Mario Faúndez, doctor en Farmacología, especialista en toxicología y académico de la Facultad de Química y Farmacia de la Universidad Católica, explicó a
Emol que el mercurio líquido puede transportarse de dos formas.
La primera es el
mercurio en su estado basal, líquido, el mismo que se utiliza en los termómetros. Y la segunda una
solución del metal, la que también es en estado líquido, pero de forma diferente.
"(La diferencia entre uno y otro)
es como el azúcar. Si yo la caliento se pone líquida y se hace caramelo, tal como es el mercurio a temperatura ambiente. Pero, si tomo azúcar y la disuelvo en agua, también es líquida, dos situaciones distintas: una es mercurio puro, y el otro una solución de mercurio disuelto en agua", indicó Faúndez.
No obstante, en ambas situaciones representa un
peligro si se expone ante la comunidad. Por un lado, el mercurio metálico genera vapor y este puede ingresar por las vías respiratorias. Ese gas se acumula en el
sistema nervioso central y puede llegar a producir problemas neurológicos importantes, además de dañar a nivel sistémico provocando problemas renales, pulmonares y neurológicos, aseguró el académico.
"Genera un cuadro clínico a mediano plazo que se llama eretismo, ya que produce
cierto grado de locura en los pacientes, los que tienen tipos de alucinaciones, problemas de control de ira o problemas cognitivos (…) Cuando se rompen los termómetros en las casas, lo más importante es
poner ese mercurio en un recipiente y desecharlo, no dejarlo para que los niños jueguen", advirtió Faúndez.
Por otra parte, si se trata de una solución de mercurio, la toxicidad se da por vía oral. "Si se derrama sobre la tierra, esa agua
se va a filtrar hacia las napas subterráneas y las va a contaminar", indicó el experto, asegurando que en ese caso también se produce el daño al sistema nervioso central, renal y pulmonar.
Un posible tratamiento consiste en "atrapar" esos metales con ciertas sustancias para que puedan ser desechados por la orina. Sin embargo, Faúndez explicó que normalmente este metal se unirá a los huesos, tejido graso, proteínas o al sistema nervioso central por lo que
costará sacarlo.
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Si el daño es al sistema nervioso, normalmente es irreversible. Si se perjudica la parte neurológica lo único que se puede hacer es un tratamiento para detenerlo o disminuir su avance, pero no revertirlo", aseguró el profesional.
Contenedores por la Ruta 5 Norte
Con respecto al viaje realizan los camiones con las 100 toneladas de mercurio líquido, Faúndez
estimó que la posibilidad de un error existe, pero que es prácticamente nula. Esto porque el transporte cuenta con altas medidas de seguridad y el metal es llevado en tanques especializados, precisamente para que no suceda una catástrofe como un derrame en el camino.
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No vienen en una olla arriba de los camiones, vienen en tanques de acero especializados resistentes a los golpes, es decir, a la hora que haya un accidente no se deberían romper", explicó.
Además, señaló que no es la primera vez que se realizan este tipo de traslados, aclarando que lo más importante es informar a la ciudadanía cuando ocurren y contar con la autorización de las autoridades pertinentes. "En los años 80' pasaban contenedores con residuos radioactivos por la Antártica", ejemplificó el académico.
Con respecto a su posterior viaje por mar hasta Europa, el experto aseguró que
ante una eventual caída si se llegan a romper los contenedores, la contaminación que se produciría sería
un desastre. "Los peces lo procesan y eso después se acumula en la carne y músculos de los peces y moluscos, que después la gente se come", finalizó Faúndez.