Fotobanco (imagen referencial)
A comienzos de 2019 se hizo público el
dramático caso de una
mujer de 29 años y en estado vegetativo desde hace al menos una década, que
se convirtió en madre mientras estaba bajo los cuidados permanentes de un recinto de salud privado de Phoenix, Arizona (Estados Unidos).
En diciembre, la paciente dio a luz a un niño, sorprendiendo a
sus cuidadores que
nunca se dieron cuenta de que estaba embarazada.
Más tarde se conoció que la mujer había sido
víctima de abuso sexual y que
el responsable sería Nathan Sutherland, un enfermero de Hacienda HealthCare responsable de cuidar a la víctima.
El hombre de 36 años
fue arrestado, y pruebas de ADN indicaron una coincidencia entre Sutherland y el recién nacido.
Él ha asegurado que es inocente.
Esta semana, medios estadounidenses han entregado
nuevos antecedentes del perturbador caso, sobre la base de los documentos presentados ante la Justicia. En ellos, los familiares de la víctima señalaron que
los médicos que la examinaron el día que dio a luz,
encontraron señales de que probablemente ese no era su primer embarazo.
"Esa fue la opinión de la persona que la examinó (...) Como mínimo
hubo violaciones reiteradas", sostuvo John Micheaels, abogado de la mujer y de su familia, según publicó NBC News. Los abusos podrían haber estado ocurriendo
durante meses e incluso años.
Los parientes de la víctima también indican en los documentos que
Hacienda HealthCare falló en percatarse de que ella estaba embarazada, a pesar de los claros signos de que era así.
En este sentido enumeran como evidencias "la
masa dura en su vientre distendido, un significativo
aumento de peso, y
genitales y extremidades inferiores inflamados". Y agregan que en lugar de realizarle exámenes, sus cuidadores
la trataron por estreñimiento y disminuyeron la cantidad de calorías que ingería.
La mujer
se encontraba internada en Hacienda HealthCare
desde que tenía tres años, luego de que fue diagnosticada con
daño cerebral con
retraso psicomotor y
ceguera parcial a total.