Entre un imponente paisaje de bosques y montañas en la Región de Los Lagos se ubica el Río Puelo, uno de los más caudalosos de Chile, cuyas aguas turquesas atraen año a año a cientos de personas interesadas en el ecoturismo y la pesca.
Esta cuenca binacional, que tiene su origen en Argentina y desemboca en el océano Pacífico, es la principal fuente de agua dulce del fiordo de Reloncaví y durante los últimos 15 años ha sido estudiada por el académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), Jorge León.
En colaboración con investigadores nacionales y extranjeros, el académico busca proyectar el impacto del cambio climático y la transformación del paisaje sobre
los aportes de agua dulce que ingresan a los sistemas costeros del área norte de la Patagonia chilena.
“En particular nos interesa conocer cómo en las próximas décadas los procesos de cambio de uso de suelo podrían exacerbar los impactos de cambio climático de origen antropogénico”, explicó León.
El estudio del Río Puelo se está realizando gracias a un proyecto Fondecyt y el método utilizado se basa en modelación hidrológica “con un fuerte énfasis en el levantamiento de información hidroclimática, oceanográfica y de calidad de agua calidad, y el uso combinado de registros históricos y sensores remotos”, indicó el académico.
Resultados poco alentadores
Una de las conclusiones del estudio es que la cordillera cada vez menos nevada está impactando en los caudales del río y en su aporte de agua dulce en el Fiordo de Reloncaví. Además, las proyecciones indican que esto se podría exacerbar con el tiempo.
“Hasta ahora los resultados proyectan un decrecimiento significativo de los caudales y también modificaciones en el régimen hidrológico del río Puelo. Se estima que durante las próximas cuatro décadas el fiordo de Reloncaví tienda a recibir cada vez menores aportes de agua dulce”, aseguró el investigador.
Según el académico, cada año el caudal del río Puelo podría disminuir 10% producto de menores acumulaciones de nieve y una baja en los aportes de deshielos, generándose a nivel estacional disminuciones de hasta un 20% en verano.
Se estima que durante las próximas cuatro décadas el fiordo de Reloncaví tienda a recibir cada vez menores aportes de agua dulce
Jorge León, académico Facultad Ciencias UCSC
El Río Puelo es imprescindible para los habitantes de ciudades costeras como Cochamó y Ralún. “43 años que vivo yo en este sector y es nuestra fuente de vida. Nosotros dependemos de él para beber el agua, los animales, el riego, para todo. Es fundamental”, señaló Olivia Palma, habitante de la cuenca del río Puelo.
Por eso, la investigación intenta generar información que aporte a la gestión y conservación de los sistemas acuáticos del sur de Chile, incrementando la sostenibilidad de la acuicultura y permitiendo diseñar estrategias de adaptación o mitigación del cambio climático.