Molestos e indignados se encuentran los vecinos de El Sobrante, un pequeño municipio ubicado en la vertiente este de la Bahía de San Francisco (EE.UU.), por la
decisión de un residente de construir una esvástica gigante en el jardín de su casa.
El símbolo, que
Steven Johnson asegura es tibetano y no nazi, está hecho de cemento,
mide 2x2 metros y es visible desde la calle, por lo que los residentes de la zona sostienen que es un
signo de odio.
"Francamente, creo que está mintiendo.
Lo que hay en ese jardín es un símbolo nazi. El supremacismo blanco se está desacomplejando en este país y cosas como esta lo demuestran", explicó Fernando Padilla, un joven de la zona que planea acudir a una protesta contra la esvástica que está programada para el jueves 20 de junio.
"Aunque sea su propiedad, (Johnson) debería haber pensado en la comunidad y en sus vecinos antes de hacer una cosa así. Incluso si realmente lo hizo pensando en el símbolo hindú, tendría que haber previsto que, dado el clima de tensión en este país, la gente lo iba a ver de otro modo", sostuvo Ernesto Dugarde, otro vecino.
Ya sea por la presión de los demás residentes o por haberse convertido en un intenso foco mediático,
Johnson decidió cubrir parcialmente la esvástica con algunos plásticos, aunque parte de ella sigue siendo visible desde la calle.
Crédito: The Mercury News / Captura. "Ese asunto de los nazis ocurrió hace 80 años (...) Supérenlo", señaló Johnson a The Mercury News.
"Me gustan las esvásticas (...) Creo que son geniales (...)
No lo hice para obtener atención. No soy un adorador de los nazis. Simplemente
pensé que sería genial ponerla ahí", agregó.
Johnson continuó asegurando que
el diseño simboliza la paz, la tranquilidad y la armonía. Asimismo, insistió en que no lamenta haberlo instalado en su jardín, pero si se siente mal de que "todos hagan un gran asunto de esto".
Finalmente, advirtió que
no la quitará. "
Es mi propiedad, mi elección (...) ¿A unas pocas personas no les agrada y ahora tengo que quitarla?
Yo la disfruto", concluyó.