SANTIAGO.- El cáncer de próstata ha aumentado a nivel mundial en las últimas dos décadas y en Chile constituye la segunda causa de muerte por cáncer en hombres. A pesar de que es una enfermedad que por lo general tiene un lento desarrollo, el no detectarla a tiempo puede ser fatal.
El urólogo de Clínica Alemana, doctor Rodrigo Pinochet, aseguró que uno los grandes problemas que tiene el cáncer de próstata es que es una enfermedad silenciosa. Es decir, puede desarrollarse durante años sin presentar ningún síntoma que haga sospechar su presencia.
A lo anterior, se suma que no existen mecanismos eficaces de prevención que eviten que un paciente desarrolle cáncer de próstata. “No existe un medicamento o un cambio de hábito que pueda evitar el cáncer de próstata, por lo tanto lo único que se puede hacer es diagnosticarlo de forma precoz para tratarlo a tiempo”, dijo el especialista.
Para hacer un diagnóstico temprano, el control preventivo es fundamental. Para ello, se recomienda que todos los hombres desde los 45 años asistan al urólogo anualmente y en caso de contar con familiares directos que hayan tenido cáncer de próstata, este chequeo debe iniciarse a los 40 años.
Estos controles preventivos consisten en evaluar la presencia de síntomas, antecedentes personales e historia familiar del paciente. Adicionalmente se realiza un examen físico mediante el tacto rectal y un examen de antígeno prostático específico, una glucoproteína que se encuentra en la sangre y cuyos niveles pueden ayudar a identificar algún problema en la próstata.
En el caso de que se confirme el diagnóstico de cáncer de próstata tras uno de estos controles, el especialista advirtió que la posibilidad de una cura va a depender de qué tan avanzada esté la enfermedad.
“Si el cáncer está confinado a la próstata los tratamientos que uno puede ofrecer son de características curativas, como por ejemplo: operar o irradiar al paciente para tratar el cáncer. Cuando, por el contrario, el cáncer está avanzado y ya salió de la próstata hacia otras partes del cuerpo, las terapias que existen son para prolongar la sobrevida, pero ya en esa etapa el cáncer no es curable”, explicó Pinochet y recalcó la importancia de realizar diagnósticos a tiempo.
Avances tecnológicos
El especialista aseguró que en los últimos cinco a diez años ha existido una revolución respecto a cómo la tecnología está ayudando en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de próstata.
Particularmente en el caso de las terapias, destacó el aporte que está realizando la cirugía robótica. “Esta tecnología ha mejorado los resultados, tanto oncológicos, como funcionales de las cirugías. Adicionalmente, las drogas en el caso de cáncer prostático avanzado han permitido alargar y mejorar mucho la sobrevida de los pacientes”, señaló Pinochet.
El especialista añadió que un problema que existe en torno a estos nuevos tratamientos es el acceso a ellos por parte de pacientes que no pueden costearlos.
“Estos avances, que son muy importantes y que le han cambiado la cara al manejo del cáncer, tienen un problema de costo y ese costo no lo pueden asumir todas las personas. Es importante que haya una ley que ampare a estos pacientes para que reciban estos tratamientos de forma oportuna y puedan extenderse a toda la población”, aseguró.