Legisladores de la ciudad de
Nueva York discutirán una
propuesta de ley apoyada por agrupaciones de defensa animal,
que amenaza a la importante
industria del foie gras en esa región.
El texto presentado a principios de este año por varios legisladores como Carlina Rivera, una demócrata del sur de Manhattan, propone prohibir la comercialización total del paté, penada con una multa de 1.000 dólares y hasta un año de cárcel.
Esta iniciativa será examinada en una comisión sanitaria del consejo municipal de Nueva York. La comisión se reunirá por segunda vez para votar. Si la propuesta fuera aceptada, sería sometida a voto en todo el consejo municipal.
En enero, la
Corte Suprema de Estados Unidos
validó la prohibición del foie gras en California, terminando con una batalla judicial de 15 años.
En su estado actual, 24 de los 51 representantes del consejo municipal de Nueva York apoyan la propuesta.
"Para una ciudad progresista, es lógicamente la próxima etapa por los derechos de los animales", explicó Allie Feldman Taylor, fundadora de la asociación Votantes por los Derechos de los Animales, que reunió a una treintena de personas ante la alcaldía de Nueva York para apoyar el texto.
"Es
increíblemente cruel", afirmó al referirse sobre la
alimentación forzada a la que se somete a los patos destinados a la producción del paté, una práctica denunciada por varias asociaciones de defensa de los derechos de los animales.
Todo para obtener, según ella, un "plato asqueroso" que solo se sirve en el "1% de los restaurantes de Nueva York".
Cofundadora de Hudson Valley Foie Gras, el mayor productor del paté en Estados Unidos y ubicado en el noroste de Nueva York, Izzy Yanay, dijo no estar preocupada de que la propuesta pase en el consejo municipal.
"Creo que las personas que se sientas ahí (en el consejo municipal) son inteligentes", indicó.
"Antes de tomar una decisión, vengan a ver por ustedes mismos", invitó. Hasta ahora,
ningún legislador del consejo municipal ha visto la operación, a pesar de haber sido invitados, afirmó la empresaria.
"No puedo hacer valer mis argumentos aquí porque no traigo los patos conmigo", señaló al extender una nueva visita.