El ejemplar de
oso polar que llegó hasta la ciudad de
Norilsk, en el Ártico Ruso y a más de 1.500 kilómetros de su hábitat natural,
fue capturado luego de ser sedado por expertos del zoológico Royec Ruchei.
Según informó The Siberian Times, autoridades de medio ambiente locales autorizaron la maniobra, luego de que el animal estuviera durante
cuatro días vagando por la ciudad buscando comida.
El oso fue visto por primera vez en la noche del domingo,
hurgando entre la basura. Estaba
exhausto, hambriento, muy delgado y casi sin energía para moverse.
Tras atraparlo, los especialistas pudieron comprobar que se trataba de
una hembra de un año de edad que pesa casi 200 kilos, puntualizó Alexandre Korobkin, responsable local del Ministerio de Ecología.
Después de los exámenes veterinarios iniciales, mañana la osa
sería enviada a un zoológico en Krasnoyarsk, Siberia, donde estará
varios días en cuarentena.
El animal estuvo alimentándose en vertederos. Crédito: Reuters.
Según los expertos,
el estado de salud en que se encuentra
no permite liberarla por el momento en su medio salvaje. "Necesita
tratamiento médico urgente", señaló Georgy Belyanin, uno de los veterinarios que participó en su captura, quien explicó que la osa
padece una diarrea severa, debido a que ha estado
alimentándose de basura.
Asimismo, los expertos del zoológico Royec Ruchei plantearon una
nueva teoría para explicar cómo el animal llegó tan lejos de su hábitat natural sin que nadie se percatara en el camino. A juicio de los especialistas, es probable que
la osa haya vivido cerca tras ser capturada por cazadores furtivos cuando era cachorro y criada para el comercio de pieles.
"Generalmente son los machos, no las hembras de osos polares, los que emprenden viajes de larga distancia. El
estado de la piel de esta osa no muestra signos de haber caminado durante días en un territorio sin cuerpos de agua, ella
está demasiado limpia", indicaron los veterinarios.