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Colapsología, el discurso catastrofista que gana terreno en Francia: conoce de qué se trata

Si bien se apoya en datos científicos, también lo hace en intuiciones, por lo que muchos la acusan de ser una corriente fantasiosa y profética.

27 de Junio de 2019 | 13:10 | Por RFI / Editado por M. Francisca Prieto, Emol
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Radio Francia Internacional (RFI)
En Francia, un discurso catastrofista está ganando terreno ante el cambio climático. Se trata de la colapsología ("collapsologie" en francés), una teoría desarrollada por investigadores que prevé el inminente derrumbe de nuestra civilización y profecías alarmistas, provocando una "depresión verde".

Varios libros han sido publicados al respecto, y la teoría gana cada vez más adeptos no solo en las redes sociales y los movimientos alternativos, sino que también entre los políticos.

Pero, ¿qué es la colapsología? Básicamente, es un discurso pluridisciplinario que se interesa por el derrumbe de nuestra civilización, y parte de la idea de que las acciones humanas impactan de manera duradera y negativa en el planeta.

Y aunque el planteamiento de esta corriente puede parecer poco novedoso, lo diferente es que los colapsólogos no solo se centran en una crisis -por ejemplo, la ecológica-, sino que vinculan varias a la vez.

"Es una serie de catástrofes que no podemos parar y que tiene consecuencias irreversibles sobre la sociedad. No podemos saber lo que la desencadenará: un crac bursátil, una catástrofe natural, el derrumbe de la biodiversidad... Lo que podemos afirmar, es que todas estas crisis están interconectadas y que pueden, como un efecto dominó, activarse entre ellas", explica el ingeniero agrónomo Pablo Servigne en su libro "Comment pout peut s'effondrer" ("Cómo todo puede colapsar"). Y agrega:

"Hay que imaginarse una vida sin nada en los cajeros automáticos, donde se raciona la gasolina, donde el agua a menudo no llega, con grandes sequías y grandes inundaciones. Hay que prepararse a vivir estas tormentas".

Sin embargo, además de anunciar una catástrofe, los colapsólogos franceses también proponen pistas para seguir viviendo a pesar de lo inevitable: evolución de los sistemas agrícolas, sistemas de ayuda mutua locales, sobriedad energética, etc. Para ellos, el colapso es "el principio del porvenir" de nuestra generación, y lo que sigue queda por imaginar y vivir.

Un discurso fantasioso y sensacionalista


La colapsología se apoya en datos científicos, pero también en intuiciones, por lo que se le acusa a veces de no ser una verdadera ciencia, sino que más bien un movimiento.

"Aunque inicialmente puedan basarse en datos recogidos con seriedad, estos discursos me parecen más proféticos que científicos"

Jacques Bouveresse, filósofo
Para algunos, explica France Culture, es un discurso fantasioso que se parece más a profetismo que a ciencia. "Aunque inicialmente puedan basarse en datos recogidos con seriedad, estos discursos me parecen más proféticos que científicos. En general el catastrofismo es una forma de pensar que me resulta totalmente extraña. Lo único que me importa, una vez más, es intentar hacer lo que depende de nosotros para que no ocurra lo peor", sostiene el filósofo Jacques Bouveresse en su libro "Les premiers jour de l'inhumanité" ("Los primeros días de la inhumanidad").

Otros, como el ingeniero agrónomo Daniel Tanuro, acusan a la colapsología de referirse a personajes poco recomendables, como el filósofo rumano Mircea Eliade -miembro del partido fascista La Guardia de Hierro y que siguió el mismo camino ideológico después de la guerra- o el psiquiatra suizo Carl Gustav, quien colaboró con los nazis y era, según Tanuro, innegablemente antisemita.

Depresión verde o eco-ansiedad


"Parto del principio de que quizás mis hijos no llegarán a su mayoría de edad (...) Obviamente voy a hacer todos lo posible para que vivan felices el mayor tiempo posible, pero no sé de qué estará hecho el mañana. Pienso que vamos a conocer momentos de gran violencia, y mi hijos también", explica la actriz francesa Lucie Lucas ante las cámaras del programa "Complément d’enquête" ("Complemento de investigación"). Lucas se instaló en una granja ecológica para vivir en autosuficiencia, y afirma preparar a sus hijos: "Les digo 'piensa que eres una guerrera y que esto es un entrenamiento'".

El caso de Lucie Lucas no es aislado. Un artículo de Le Monde recoge varios testimonios de gente que sufre de depresión verde o eco-ansiedad, como se le quiera llamar. Clémence, de 40 años, cuenta así como cayó en una depresión: "Estaba devastada, decepcionada por el ser humano, su tendencia al egoísmo… Sentía una cólera profunda. Y la culpa devastadora de haberle dado vida a dos niños que iban a vivir guerras y racionamientos de comida".

Entrevistado por Le Monde, Luc Semal, profesor de Ciencias Políticas en el Museo Nacional de Historia Natural, explica que "esta angustia siempre ha existido en el activismo ecológico, pero recientemente ha empeorado como resultado de la reducción de los horizontes temporales. El cambio climático ya no afectará a las generaciones futuras, sino a las actuales".

"Para todas las formas de ansiedad, es por la acción que uno se tranquiliza", confirma por su parte el psiquiatra Antoine Pelissolo, del Hospital Henri-Mondor. En cuanto a Clémence, descubrir que no estaba sola en experimentar "solastalgía, ese sentimiento de estar de luto con un mundo que imaginábamos para nuestros niños", le permitió reemplazar el miedo por la militancia.
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