"Cerca de un 20% de personas que usa
lentes de contacto los tira por el inodoro o el lavamanos", aseguró el científico
Charles Rolsky de la Universidad del Estado de Arizona, quien advirtió en una reciente publicación los riesgos que esto conlleva.
El investigador señaló el peligro que presenta para el medio ambiente esta costumbre de algunas personas, ya que cuando los lentes de contacto interactúan con las plantas de tratamiento de aguas servidas, forman un
microplástico que se convierte en una futura contaminación para los océanos y sus seres vivos.
El científico explicó que realizó una pequeña encuesta para ver la actitud de las personas frente a deshacerse de sus lentes de contacto, ya que en las cajas donde se venden estos productos no vienen indicaciones respecto a la correcta forma de desecharlos. En la consulta descubrió que
cerca del 20% de quienes respondieron los arrojaban al inodoro o lavamanos.
"La tendencias general en Estados Unidos es que nos dirigimos hacia el
uso de lentes de contacto y nos alejamos de los anteojos. Y, dentro del mercado de los lentes de contacto, se utilizan muchos desechables a diario", indicó Rolsky.
"El problema es que los lentes de contacto se van por el desagüe e interactúan con las plantas de tratamiento de aguas residuales. Y, desde hace algún tiempo sabemos que el plástico y las aguas residuales no interactúan muy bien. Básicamente, la interacción entre los lentes de contacto que se lavan y la planta de tratamientos de las aguas servidas
crean los microplásticos", dijo el investigador.
Esos microplásticos se convierten en una
amenaza para el medio ambiente, ya que las pequeñas piezas son capaces de moverse libremente por todo el ecosistema, dependiendo de donde se depositen, contó Rolsky, agregando que algunas veces los destinos finales de estas aguas servidas son los humedales o ríos.
"Si estas propiedades del suelo son portadoras de plásticos, entonces tiene altas posibilidades de llegar al océano o cualquier otro delicado ecosistema cercano", agregó el investigador al medio estadounidense ABC News.
"Se ha demostrado que muchos
animales que se alimentan en el fondo del océanos o en la arena, absorben accidentalmente partículas de plástico (…) Estudios aseguran que los animales como cangrejos y camarones han absorbido estos plásticos por accidente, por lo que hay altas posibilidades de que lo hagan con los lentes de contacto", finalizó el investigador.