Alonzo Yanes declarando durante el juicio.
The New York Times
En 2014,
Alonzo Yanes, un estudiante de educación secundaria de un establecimiento público de Manhattan, Nueva York, vivió uno de los episodios más fuertes y dolorosos de su vida. Mientras estaba en su clase de química, uno de los experimentos que mostraba la profesora no resultó como esperaba y terminó envuelto en llamas con dolores que aún no puede olvidar.
El pasado lunes, después de semanas de peleas judiciales, la ciudad de
Nueva York fue condenada a pagar una indemnización por US$ 59 millones (cerca de $
40 mil millones) al joven, quien quedó con graves quemaduras después del accidente.
El jurado de Manhattan determinó que Alonzo Yanes, deberá recibir US$ 29.500.000 (unos $20 mil millones) por el
dolor y el sufrimiento al que ha estado expuesto durante estos cinco años, y una suma similar por los padecimientos que tendrá por el resto de su vida.
Yanes y su familia demandaron tanto a la profesora de química como a la ciudad, por el accidente que le provocó quemaduras de tercer grado en más del 30% de su cuerpo.
Para las autoridades, este hecho representó
uno de los accidentes más terribles que había vivido la ciudad desde hace años.
El fallido experimento
Los hechos ocurrieron mientras la profesora de química Anna Poole, mostraba a los demás compañeros cómo las sales cambiaban de color al exponerse con el metanol, un experimento conocido como "Rainbow", y de un segundo a otro una gran bola de fuego explotó frente a los estudiantes.
A pesar de que varios compañeros intentaron protegerse del fuego, Yanes y otro estudiante fueron alcanzados por las llamas. El segundo afectado solo sufrió quemaduras de primer grado, pero las de Yanes fueron más graves y el fuego incluso le provocó insensibilidad en las glándulas sudoríparas de algunas zonas de su cuerpo, lo que hoy le impide transpirar.
Tras el fallido experimento, Yanes pasó en el hospital cinco meses, dos de ellos en una unidad de quemados, con injertos de piel incluidos. "Me estaba quemando vivo sin esperanza alguna y no podía apagar las llamas, y el dolor era inaguantable", dijo Yanes durante las tres semanas que duró el juicio, según el New York Post.
El funcionario del Departamento Legal de la ciudad, Nick Paolucci, aseguró que tras lo ocurrido en 2014, dicho experimento dejó de practicarse en el circuito educativo de la ciudad.
Asimismo, Paolucci, que insistió en que el bienestar de los estudiantes es la prioridad del Departamento de Educación, precisó que a pesar de que respetan el veredicto del tribunal, la ciudad está sopesando las opciones legales a su alcance para intentar reducir la indemnización.
La víctima, citada por el canal de televisión CNBC 4, relató ante el tribunal cómo primero extendió sus brazos de manera instintiva cuando estalló el fuego tratando de protegerse. Posteriormente, se tiró al suelo para intentar, en vano, sofocar las llamas que envolvían la parte superior de su cuerpo.