The New York Times (imagen referencial)
La aerolínea holandesa
KLM ha estado viviendo días de controversia después de pedirle a una madre que iba en uno de sus vuelos que se
tapara con una manta mientras amamantaba a su hija, para así garantizar a los demás pasajeros "de todas las culturas y orígenes" que se sintieran cómodos a bordo.
Todo comenzó después que la estadounidense
Shelby Angel publicara en su perfil de Facebook su experiencia durante un vuelo tomado el mes pasado desde San Francisco a Amsterdam con la empresa de aviones.
En la publicación, la madre contó que después de haberse subido al avión y antes que despegara dio de amamantar a su hija de un año. A los segundos, una azafata se acercó a ella con una manta
advirtiéndole que debía tapar a la niña si quería seguir alimentándola."Le dije que no, que a mi hija no le gustaba que la cubrieran. Eso la alteraría casi tanto como no amamantarla en absoluto. Entonces
me advirtió que si alguien se quejaba sería mi problema (pero nadie se quejó)", relató Angel en el mensaje realizado el fin de semana pasado el que ya ha sido compartido más de cien veces.
"Me sentí extremadamente incómoda y pasada a llevar (…) Me costó un largo tiempo escribir esto porque nunca antes había recibido una respuesta tan negativa después de cuidar a mi hija", continuó la mujer.
Por su lado, la aerolínea emitió una respuesta a través de su
Twitter tras la controversia. Aseguraron que sí permitían a las madres amamantar a sus hijos, pero también
se preocupaban por la "comodidad de sus demás pasajeros".
"La lactancia materna está permitido en los vuelos de KLM. Sin embargo, para asegurar que todos nuestros pasajeros de distintos orígenes y cultura se sientan cómodos a bordo, quizás le pediremos a alguna madre que se cubra mientras amamanta, ya que algún pasajero podría sentirse ofendido por esto", escribió la aerolínea.
A los minutos la publicación se llenó de comentarios donde muchos criticaron a la empresa por sus argumentos. "Esto es una tontería. Cualquier persona ofendida por amamantar puede cerrar los ojos, cambiar de asiento, mirar para otro lado, tomar otro vuelo, ver a un terapeuta o solo irse. Las 'culturas sensibles' no son más importantes que las necesidades de un niño por comida, nunca", escribió un usuario.
"Esto es indignante. Sé que intentan ser justos, pero esta no es la manera de hacerlo. Están complaciendo a aquellos que controlan el comportamiento de las mujeres, dando prioridad a sus sentimientos sobre el proceso de alimentar a un infante", escribió otra usuaria.